Antes de que él líder pudiera explicarle a su esposo lo que pasó, la puerta de la habitación se abrió y por ella entraron él doctor Saint y una enfermera.

—Buenos días ¿Cómo se siente señor Tul? —Pregunto él doctor acercándose y anotando unas cosas en el expediente médico del paciente—

—Bien pero eso no importa ¿Dónde está mi bebé? —Pregunto con desesperación—

— Primero que nada... No te alteres —Pidió él hombre y la enfermera revisaba su suero y otras cosas—

— ¿Cómo me pide que lo me alteré si no me dicen nada? Lo perdí ¿Verdad? ¿Perdí a mi bebé? —Pregunto y comenzó a llorar—

—No, no lo perdiste —Respondió Saint con seriedad y le hizo una seña a la enfermera la cual al entender se retiró de la habitación—Y por favor cálmate por qué si te alteras, tendremos que sedarte de nuevo y no sabrás nada de tu bebé —Amenazo—

Aquello basto para que Tul dejará de llorar y mirara al doctor, el cual miro a su esposo y él cual asintió como aprobando algo.

—Ayer tuvimos que hacerte una cesaría de emergencia debido a la herida en tu vientre, tu pequeña nació bien pero prematura, muy baja de peso y débil ahora mismo está en las incubadoras, estará ahí por el resto del tiempo que le quedaba a tu embarazo y un poco más—Explico él doctor y escuchar que su bebé estaba bien alivio un poco al doncel—Tienen que saber que al ser su hija prematura puede tener algunos problemas a largo plazo —Anuncio con seriedad—

— ¿Qué tipo de problemas? —Pregunto Max con preocupación—

—Aumenta el riesgo de presentar alteraciones neurosensoriales, parálisis cerebral, ceguera, sordera o retraso del sistema neurológico. también autismo, trastornos de déficit de atención, con o sin hiperactividad y síndrome metabólico, obesidad y diabetes —Informo sin dejar la seriedad en su rostro— Le hice algunos exámenes a la pequeña y ceguera y sordera puede que haya una gran probabilidad de que no tenga pero tendré que hacer unos nuevos exámenes más adelante —Anunció—

Tul dejo salir un alto y fuerte sollozó y llevo sus manos a su rostro para cubrirlo. Pero a pesar de saber que su hija tendría complicaciones estaba feliz por qué estaba viva y a su lado.

Max abrazo a su esposo y antes de que él doctor saliera de la habitación ambos se dieron una mirada cómplice pues debían de decirle lo de su hijo mediano.

Cuando la puerta se cerró, el líder se separó del contrario y se sentó en los pies de este en la camilla, aparto la manos de Tul de su rostro e hizo que lo mirará. Se miraron a los ojos por unos segundos y se sonrieron por primera vez en meses.

— Tul perdóname —Pidió Max con arrepentimiento— No he sido un buen esposo, te descuide por un año y te lleve a pensar que tenía una amante o que algo andaba mal entre nosotros. Luego paso lo de Great, no supe manejarlo, no te escuché y no investigue nada tampoco... Y pid-o... Qu-ue... Perdóname, por favor ... P-or f-av-or —Suplico agachando la cabeza y con las lágrimas ya saliendo que sus ojos—

Las lágrimas de Tul también salían de sus ojos, nunca espero ver a su esposo pedir perdón y menos por algo que él cometió.

Ambos habían hecho mal, su amor, matrimonio y familia estaban bien antes de ese año horrible y su primer error fue no hablar cuando había dudas. Así que no había nada que perdonar al menos por parte de Tul, según él.

—No tengo nada que perdonar, Max. Eres tú el que me tiene que perdonar por mi infidelidad, perdóname —Pidió Tul entre el llanto—

— No, No tú lo pudiste la culpa de eso, lo tengo por qué perdonarte por qué no hay nada que perdonar —Aseguro—Solo quiero estar contigo y ser felices—Declaro con cariño—

"Virgenes y embarazados"Where stories live. Discover now