"Virgenes y embarazados"

45 - Declaración de Guerra

Las nubes grises cubrían el cielo, truenos y relámpagos cruzaban este, anunciando que pronto llovería mientras que en el territorio de los Cambia Forma para ser específicos en la manada "Crystals".

En la casa del Alfa de esta manada, las cosas no estaban del todo bien, las luces apagadas y el silencio sepulcral daban al lugar una sensación de miedo. Justo en la oficina del Alfa, Singto se encontraba con los miembros del consejo.

— K-wan ... ¿P-por ... Q-q-que? —Pregunto uno de los hombre mientras se encontraba en el suelo con una herida sangrando en su costado—

— No me van a impedir que traiga a mis hijos de vuelta —Respondió—

Y con eso Kanawut se abalanzó al otro hombre, de un movimiento certero y con sus garras de fuera desgarro la garganta del viejo lobo, dejándolo sin vida como a sus otros colegas.

— ¡¡Guardias!! —Llamo alzando la voz—

No pasaron muchos segundo cuando varios guardias entraron a la oficina, en sus ojos podía verse el horror al ver a los miembros del consejo muertos pero trataron de no demostrarlo frente al Alfa.

— Láncenlos al río y traigan al Vampiro —Ordeno Singto—

Unos cuantos guardias salieron de la oficina mientras que los demás, tomaron los cuerpos sin vida de los viejos lobos del consejos y los sacaron del lugar. Singto se sentó en su silla y miro hacia afuera por la ventana, comenzaba a llover y alguna gotas de lluvia impactaban contra el vidrio.

La puerta de la oficina se volvió a abrir y por ella entraron los guardias con un joven Vampiro, sus manos atacas detrás de sus espalda con golpes, rasguño y heridas en su rostro y su ropa sucia, los Cambia Forma lo sentaron en una de las sillas al frente del escritorio con brusquedad, lo que hizo que él Vampiro se quejará.

—¿A hablado? —Pregunto Singto—

—No Alfa —Respondió uno de los guardias— Ya lo torturamos pero no quiere hablar —Declaro—

— Bien ... Tú me vas a servir —Declaro Singto mientras se levantaba de su silla y de acercaba al Vampiro que solo lo miraba con seriedad—

— ¿Para qué te voy a servir? —Pregunto el Vampiro con seriedad pero en el interior se estaba muriendo del miedo—

— Para declarar la Guerra —Informo, saco sus garras y con ellas cortó la garganta del Vampiro—

Lo último que escucho por parte de él joven chupa sangre fue un jadeo de horror y en su mente el nombre del amor de su vida se hizo presente antes de perder la vida.

— Córtenle la cabeza y envíenla a Nattapol —Ordeno para luego retirarse de la oficina—

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Las cosas en la Mansión Wings se encontraban totalmente tranquilas, menos para él líder de los Vampiros, hace un mes, justo después del rescate de Krist.

Un hombre de su pueblo llegó a preguntar por su pareja que no llego ese día a su casa y cuando le preguntaron a algunos guardia la respuesta fue negativa, nadie había visto al hombre después del rescate así que Max mando a investigar, una investigación que ya había durado 5 semanas.

Su familia y amigos no sabían de la desaparición de ese guardia, no quería preocuparlos y muchos menos saltar a conclusiones negativas.

Pero su preocupación era mucha y así como su miedo por qué le haya pasado algo malo, aún guardia que había entrenado el mismo y que lo consideraba como su hijo.