"Virgenes y embarazados"

57 - Una Vida Llega y Otra Queda Estancada

Max se movió a la velocidad que más podía, eran más de 300 metros los que tenía que recorrer hasta el Hospital, había llamado al doctor Saint y ordeno esperarlo en éste.

En sus brazos Tul seguía cubriendo su herida pero cada segundo que pasaba esté, perdía más sangre y la posibilidad de que perdiera la conciencia era más alta.

Cuando por fin llegó al hospital después de 10 minutos, Saint ya se encontraba en la puerta del edificio con una camilla y varias enfermeras, se acercó para luego colocar a su esposo en ella.

—Dime—Ordeno él doctor Saint con seriedad mientras él y las enfermeras empujaban la camilla y Max los seguía—

—Todo estaba bien, él ya estaba a salvó y solo me descuide un momento—Balbuceaba Max mirando como su esposo trataba de mantenerse despierto—

Saint se detuvo dejando de las enfermeras siguieran empujando la camilla y detuvo a Max cuando esté quiso pasar también.

— Max tienes que calmarte, concéntrate y dime ¿Qué pasó? —Pregunto mientras miraba a los ojos de su líder—

—No sé cómo pasó, no pude detectar al perdido y cuando lo hice este ya tenía sus garras enterradas en el vientre de Tul, había mucha sangre y... y... y... —Guardo silenció y miro a fijamente a los ojos del doctor— Dime que estará bien, dime qué vas a salvarlo y a mi pequeña, dímelo —Exigió con lágrimas saliendo en sus ojos—

—Cálmate y quédate aquí—Ordeno Saint—Y haré todo lo posible —Aseguro—

El doctor se alejó de Max y sin más corrió por el pasillo para hacer su trabajo.

Mientras tanto Max miro el pasillo, hizo sus manos puños y las apretó con fuerza para luego comenzar a golpear una de las paredes, grito alto. Un grito de dolor, arrepentimiento y enojó, miro sus manos llenas de la sangre de su esposo y dejo salir un fuerte sollozó.

—Perdóname ... —Susurro con dolor para luego pegar su espalda a la pared que golpeó y deslizarse hasta quedar sentado en el suelo—

Unos minutos después puedo escuchar un vehículo pasar a toda velocidad por enfrente del hospital hasta perderse en la distancia y unos pocos después una fuerte explosión hizo temblar él edificio pero eso no fue todo... Su pecho dolió como si algo dentro de él quemará así que dejo salir un jadeo ahogado y el lazo que tenía con uno de sus hijos se agrietó.

—Mew ... —

— ¡¡Max!! —Grito Suphakorn por el pasillo y unos metros lejos del nombrado—

Max se levantó del suelo y miro al chico con preocupación, Suphakorn se acercó, su respiración agitada y sudor le confirmaban que había corrió como loco por todo el hospital.

— ¿Qué pasó? ¿Dónde están mis hijos? —Pregunto mirando al hombre—

—Tienes que ir, Mew se llevó unos explosivos en una camioneta, no sabemos si pudo salir antes de que explotará —Explico él guardia—

—Quédate aquí, cuando salga Saint dile lo que está pasando y que se prepare—Ordenó y corrió por el pasillo hasta la salida—

Cuando salió del hospital, olfateo el aire y al ubicar el aroma de sus hijo y amigos corrió en esa dirección a gran velocidad.