FIVE

241 30 33
                                    

Luego de una cena en la cual por supuesto terminé avergonzada enfrente de Charlie por parte de mis amigos en especial cuando Evan me lanzó una rodaja de tomate que se estampó en mi pecho y dejó mancha, fue hora de volver a casa

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Luego de una cena en la cual por supuesto terminé avergonzada enfrente de Charlie por parte de mis amigos en especial cuando Evan me lanzó una rodaja de tomate que se estampó en mi pecho y dejó mancha, fue hora de volver a casa.

—¡Adiós Nat, adiós Charlie!— Dove sacó medio cuerpo por la ventana del copiloto y agitó su mano hacia nosotros, despidiéndose. Evan manejaría mientras Kodi y Tye iban en los asientos traseros.

Michael, Niall y Nicholas se habían ido antes por su propio lado.

Así que solo quedamos Charlie y yo. Yo había traído mi auto así que le había ofrecido al inglés llevarlo hacia el hotel donde se hospedaba, a lo que él accedió.

—¿Y qué te trajo a Los Ángeles?— pregunté, mientras caminábamos hacia mi auto.

—Uhm... debía hacer unos pendientes con un amigo.— se encogió de hombros. —estoy aquí desde el miércoles, no sabía dónde encontrarte, ya que dijiste que te podía visitar... luego recordé cuando en Londres me mencionaste lo de la tradición con tus amigos cada quince de mes... y bueno aquí estoy.

Elevé las cejas sorprendida.

—No puedo creer que te hayas acordado de eso.— reí.

—De no ser así probablemente no nos hubiéramos vuelto a ver.— acotó, yo asentí y a la vez esbocé una sonrisa. Supongo que a veces estaba bien hablar de más.

—En eso tienes razón.— dije mientras hacía sonar mi auto quitándole los seguros.

—Lindo auto.— dijo viendo el Ford Mustang negro que había comenzado a usar este año.

—Gracias.— sonreí. —para ser honesta mi hermano me ayudó a elegirlo.

—Tiene buen gusto.— agregó mientras subía del lado del copiloto y a la vez yo lo encendía.

El inglés me dio el nombre del hotel donde se hospedaba, el cual quedaba a unos quince minutos.

—¿Cuánto tiempo estarás aquí?— pregunté alternando la mirada entre él y el camino.

—El domingo al mediodía sale mi vuelo.— respondió. —Me preguntaba... ¿harás algo mañana?

—Mañana... uhm no, ¿por qué?

Hubo un corto silencio en el cuál lo único que se escuchaba era la melodía de Strangers de Passenger, hasta que Charlie habló.

—¿Te gustaría que salgamos?— preguntó. —Es decir... no conozco mucho los Ángeles y creo que tú sí, así que serias como mi guía.— se corrigió a sí mismo y luego río un poco.

FALLING ━ CHARLIE COX Where stories live. Discover now