TWO

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Después de casi dos horas en el café en el cual estuve conversando con Charlie un buen momento decidí que era hora de regresar al hotel pues aún no había empacado mis cosas y la hora de volver a California se acercaba cada vez más, además me ganar...

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Después de casi dos horas en el café en el cual estuve conversando con Charlie un buen momento decidí que era hora de regresar al hotel pues aún no había empacado mis cosas y la hora de volver a California se acercaba cada vez más, además me ganaría una buena reprendida por parte de Dinora si me llegase a tardar.

Cuando intenté despedirme del británico dijo que él también se iría debido a que tenía unos pendientes que hacer, así que ambos salimos de aquel lugar mientras teníamos una charla amena.

—Ese lugar es asombroso, a mí hermano le gustaría.— murmuré al recordar que el local estaba tapizado con pósteres de diferentes bandas musicales en las cuales reconocí algunas de las que escuchaba él.

Sentí la vista de Charlie sobre mí. Así que lo volteé a ver.

—Deberías traerlo, seguro que le gustará.— opinó.

Suspiré y apreté los labios. Si tan solo supiera dónde está.

—Tal vez algún día.— respondí tratando de evitar el tema.

—¿Regresarás a Londres?— preguntó.

¿Volver a Londres? No era buena idea, no me sentía bien en este lugar, si por mí fuese no pondría un pie en esta ciudad otra vez, no obstante a veces debía estar aquí por trabajo, eso lo complicaba un poco.

—No lo sé.— respondí en voz baja. —no conozco a muchas personas por aquí, solo a un amigo, aunque él está ocupado con trabajo casi siempre, por no decir siempre, pero si él trabajo lo requiere aquí estaré.

—Bueno, considera que ahora tienes un amigo más aquí.— sonrió y me hizo sonreír con él.

—Lo tendré en cuenta y tú ahora tienes una amiga a la cual puedes visitar en California.

Charlie nunca borraba la sonrisa de su rostro y eso era algo que me gustaba, era de esas personas que inspiraban confianza y te ponían de buen humor con solo hablar con ellas.

—No me quedará de otra que visitarte.— se encogió de hombros y elevó las cejas. —mientras no te olvides de mí, eh Dankworth.

Nos detuvimos cuando estuvimos frente al hotel Vintry & Mercer, donde estaba hospedada, Charlie decidió acompañarme hasta aquí y la verdad no me molestaba en lo absoluto.

Reí y rodé los ojos con diversión.

—Por supuesto que no me olvidaré de ti, créeme Charlie.

Sonrió y luego asintió, entonces nos quedamos así, viéndonos en silencio. Después de todo había valido la pena no quedarme encerrada en la habitación del hotel.

—Yo... creo que debería entrar.— el nerviosismo se apoderó de mí, las miradas fijas me ponía nerviosa para ser honesta.

Asintió. —Sí yo también debería irme, cuídate Natalie, espero verte de nuevo.

—Lo mismo digo Charlie, hasta pronto.— me di la vuelta para entrar en el hotel y llegar hasta el lobby, me volteé y lo observe a través del cristal, agité mi mano para despedirme de él mientras sonreía, así que él hizo lo mismo.

•••

El avión despegó rumbo a tierras estadounidenses. Dinora iba a mi lado leyendo en su tablet algo que yo desconocía.

Observé la ciudad que se extendía bajo nosotros y suspiré, tratando de evitar esos recuerdos a mí mente llegó Charlie, inconscientemente esbocé una sonrisa, me preguntaba si había sido un error no pedirle su número, aunque eso hubiese sido raro, recién nos conocíamos.

Realmente esperaba volver a encontrármelo algún día.

—¿En qué piensas?

—¿Eh?— saqué la vista de la ventana y miré desorientada a mi hermana, quien había hecho a un lado su lectura para prestarme atención.

—Estás sonriendo como boba, ¿a qué se debe?

—Nada, bueno, solo pensaba en que hoy conocí a un chico muy agradable.— dije viéndola, a ella no solía ocultarle mis cosas.

Dinora entrecerró los ojos.

—¿Ah sí? ¿Cómo se llama?

—Charlie.

—¿Intercambiaron números?

Inflé las mejillas y negué lentamente apretando los labios. Lo cierto es que hace mucho no conocía a una persona la cual me agradara tan rápido, por lo mismo, mi círculo de amistades era bastante reducido, no me quejaba de eso, era mejor tener unas pocas personas de confianza que una cantidad innumerable de personas falsas y con malas intenciones, me había topado con muchas de ellas en mi trayecto de vida.

Por ello mismo Charlie me resultaba una persona cuya autenticidad era notoria en sus ojos y en su amable sonrisa, por lo tanto su compañía me era gratificante.

—Bueno, las redes sociales existen por algo Nat, quizás ahí lo encuentres.— murmuró volviendo su vista a la tablet.

Ese era buen punto, las redes sociales siempre facilitaban todo.

La curiosidad me ganó así que usé mi móvil y busqué en Instagram, ¿todos tenían uno, no? Mi pensamiento se fue al caño al ver que no estaba ahí, nada más habían fanpages suyas, tampoco estaba en Twitter, ni siquiera en facebook.

¿Qué persona no tenía redes sociales a este punto de vida? Además él era famoso, pensé que por serlo tendría cuentas suyas, pero no, él no.

FALLING ━ CHARLIE COX Onde as histórias ganham vida. Descobre agora