seis.

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Una botella.

Cinco botellas.

Estaba tendido en el sofá de la sala junto con el cuerpo de su amigo a un lado. Habían bebido tanto que ni siquiera podían ponerse de pie.

─No es que me caiga mal... Es sólo que... Quería pasar tiempo con él, ¿entiendes? ─Murmuraba el de ojos cafeses, arrastrando las letras de las palabras de vez en cuando.

─Es una persona increíble porque lo ama y aún así no le importa que alguien más pueda sentir lo mismo. ─El mayor tenía la botella en su mano y bebía después de pronunciar tres palabras.

─Y yo... yo soy heterosexual. No debería de sentirme celoso por ver la cercanía de esos dos pero es que ¡no puedo! ─Estaba irritado. Quería tirar de sus cabellos pero también la daba pereza mover sus manos.

─Pero él es tan lindo... Creo que podría volver a dudar de mi sexualidad. ¿O sólo es admiración porque yo quisiera sentir las cosas buenas que él siente?

Así continuaron por un rato más, susurrando cosas que sólo ellos entendían en su mente pero que si otra persona las escuchaba, probablemente pensarían que estaban invocando a un demonio.

Ya estaban cansados de beber y sus párpados pesaban. Sabían que en cualquier momento iban a dormirse.

─Koko... ─Llamó en un susurro. Su amigo sólo giró un poco su rostro para encontrarse con el ajeno a unos cuantos centímetros de distancia.

Sus respiraciones se mezclacaban y sus narices se rozaban. Abrieron sus ojos y se miraron a los labios por unos cuantos segundos.

Las arcadas se hicieron presente y no pudieron contener el vómito al darse cuenta de lo que estaban apunto de hacer.

Cuando despertaron al día siguiente, sus cabezas estaban apunto de estallar. Además, el olor era insoportable. Hicieron el esfuerzo para mantenerse de pie y poder quitarse la ropa; el primero en terminar, tomaría el baño.

Baji ganó.

─¡¿Qué?! ─Gritó el de cabello largo, haciendo asustar al que se encontraba aún sacando sus prendas─. ¿¡Cómo que hoy es lunes?!

Ambos habían olvidado el día en el que estaban cuando se embriagaron. El reloj marcaba que eran las nueve de la mañana y veinte minutos.

───

─¡Baji!

Escuchó su voz a lo lejos llamándolo y se dio media vuelta para poder observarlo. Llevaba puesto el abrigo del día de la salida.

No. No podía recordar ese día porque se desesparaba.

─Hola, Chifuyu. ─Saludó de vuelta, regalándole una sonrisa.

─Ayer no viniste. ¿Te enfermaste?

─Sí. ─Respondió, intentando hacerle una broma. Su paso se vio bloqueado al tener el cuerpo del más bajo enfrente. Este lo miraba preocupado.

─¿Qué tenías? ¿Ya estás totalmente mejor?  Yo creo que deberías volver a tu casa y descansar. ─Atacó con todas esas oraciones.

Su cabeza aún dolía un poco por la resaca del día anterior ─puesto a que era demasiado sensible al alcohol─, pero intentaba respirar con tranquilidad para no dar señal alguna de esta.

─Es una broma. ─Colocó su mano sobre la cabeza del rubio─. Casi nunca me enfermo. Aún así, en la noche tuve un compromiso...

No pudo continuar. A su mente habían llegado pequeños recuerdos de lo ocurrido cuando empezó a tomar con su mejor amigo.

El casi beso.

Las confesiones en ese estado.

¿De quién hablaba Koko?

¿Por qué admitió que se sentía celoso de Inupi?

Su mente lo había atacado sin previo aviso y ahora estaba tan confundido porque no sabía si aquellas visiones fueron reales o parte de un sueño.

─¿Baji? ─Su voz lo hizo volver y se disculpó con el menor antes de empezar a caminar hacia al baño solo.

Quería mojar su cabeza y ordenar sus ideas. Realmente fue un mal plan porque ahí se encontraba el último chico que hubiese querido ver en aquel momento.

─Hey. ¿Estás bie-

Simplemente se dio media vuelta y se marchó, dejando a un Inui solo y confundido por aquella actitud.

───

Su mejor opción no era Koko. Sabía que si le contaba sobre lo que por su mente pasaba, este sólo se iba a burlar o empezaría a tirarle indirectas.

Necesitaba ir con un experto.

Su amigo, Mitsuya Takashi, era demasiado bueno aconsejando. También era alguien serio y que no se dejaría llevar por sus emociones al emitir una opinión...

O eso pensaba.

─¿Me estás jodiendo? ─Notaba cómo este se quería reír pero estaba aguantando las ganas.

Baji se había arrepentido totalmente.

─¿Por qué... ─Le lanzó una mirada que podía asesinar a cualquier persona. El contrario cambió su expresión radicalmente por una seria y pensativa antes de que su amigo explotara.

─Supongo que el chico del que me hablas es bastante lindo como para que te hayas fijado en él... Aún así... ─Sintió una mano ajena colocarse sobre su hombro; el más bajo lo miraba fijamente─. Podrías estar confundiendo tus sentimientos. Opino que los afrontes o simplemente intentes eliminarlos. Si lo segundo funciona con facilidad, entonces sólo era un malentendido. Pero, si los sentimientos continúan, deberás hacerte responsable e intentar no causarle daño a aquel chico. Recuerda que ambos sentimientos importan y no te puedes bloquear sólo porque es algo nuevo para ti.

Indiscutiblemente, Takashi era el indicado para cualquier cosa que involucre dar consejos.

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|| 𝐇𝐄'𝐒 𝐉𝐔𝐒𝐓 (𝐧𝐨𝐭) 𝐈𝐍𝐓𝐎 𝐘𝐎𝐔. ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora