XXI: Por ti, por mí, por nosotros

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Ashley

No sé cuánto tiempo he estado observando el sobre blanco en mi mano, sabiendo que dentro de la misma se oculta la historia del chico del cual sin lugar a dudas sé que estoy enamorado y que por tanto tiempo he querido conocer.

Me mordisqueo la esquina del labio detectando que hay una parte mía que se muere por poder llegar a casa, abrirla y entre sus líneas poder descubrir lo que mi griego ha escrito ahí para mí, donde me ha abierto el baúl a todos sus secretos para mí, pero hay otra parte, de acuerdo a lo que me dijo; una historia demasiado cruda para poder contármela mirándome a los ojos, que necesita prepararse lo mayor posible incluso cuando insistí tanto por conocerla para poder enfrentarme a lo que me espera, pues tengo la terrible sensación de que me dolerá como nada que me haya dolido antes, excepto el día de la muerte de mi padre y tuve que resignarme a que ya no volvería a verlo, porque sabré por qué ese chico que me hace sentir tanto está tan rato.

Siento el contacto de unos dedos en mi mejilla, los suyos y elevo la mirada para encontrarme con sus ojos.

—No fue fácil para mí escribir esas líneas —dice, relame sus labios y traga duro—. Fue como volver a vivir esos momentos mientras la escribía, pero quería que conocieras mi historia para...

— ¿Para? —pregunto cuando Kendrew ha hecho un agudo silencio. Se acaricia el cabello, alborotándoselos mientras me da una mirada enigmática.

—Ya lo entenderás cuando la leas, glýka —me dice, acercándose para darme un corto beso en los labios, después me ve, poniendo una sonrisa en sus labios o un intento de esta—. Me gustaría... —observa el lago, después a mí—, meterme al agua. Hace un poco de calor, ¿qué dices?

Contengo el aliento, mirando el agua, después a él, que no ha esperado mi respuesta y ha comenzado a quitarse la ropa, iniciando por desprenderse de la camiseta oscura, arráncandosela y tirándola a cualquier parte en el lugar. Revelando su torso que yo miro con los ojos abiertos y donde tiene tatuajes con diferentes significados al igual que en la espalda. Yo lo miro con los ojos casi a punto de salirse de sus cuentas cuando Kendrew prosigue a quitándose más parte de su vestimenta. Está por quitarse el pantalón...

— ¡Espera!—me encuentro deteniéndolo con la respiración acelerada y un caliente en las mejillas que me quema, en realidad el caliente está por todo mi cuerpo.

— ¿Qué ocurre? —pregunta, viéndome con una ceja alzada, sus manos detenidas en la cinturilla de su pantalón.

— ¿Piensas... tú... er... vas a desnudarte... delante de mí? —inquiero, con el corazón latiéndome de forma rítmica contra la garganta.

Kendrew curva una sonrisa.

—Solo voy a quitarme el pantalón para quedarme en bóxer y poder meterme a bañar, y de todas maneras, no vas a ver algo que ya no hayas visto antes, ¿no?

—Pues... —no encuentro nada que decir, porque además tiene razón, ya lo vi antes en bóxer desde mi ventana y en mi computadora hay una fotografía que me negué a borrar para darme el gusto de apreciar su trasero a través de esa pantalla—. Igual yo creo que... —me quedo en silencio cuando en algún momento que no me percaté Kendrew terminó de quitarse los pantalones y está frente a mí en unos bóxer grises Calvin Klein que me hacen tragar tan brusco que me causa dolor en la garganta.

Aprieto la carta que aún tengo en mi mano con mucha fuerza, sin poder quitarle los ojos de encima. Bebiéndomelo totalmente con la mirada sin un pudor que me sorprende a mí misma. Sin lugar a dudas se ve mucho mejor así de cerquita que desde mi ventana.

—Sí quieres, te dejo tomarme todas las fotos que quieras, al menos esta vez sería con mi conocimiento —emite, Kendrew. Lo miro ahogándome con mi propia saliva, viendo su brillante sonrisa. Me gusta verlo sonreír así, abiertamente y ya antes dije que sabía que esa sonrisa así de amplia y casi brillante es única y exclusivamente para mí.

Entre Cada Latido, Tú. ( SAI, Libro 5)Where stories live. Discover now