› 9

1.8K 214 181
                                    

...

- A ver, dime, ¿Cuál es tu color favorito? - Me preguntó Jay, mirándome de reojo aún cuando observaba las prendas de distintos colores

- El negro. - Respondí esperando una respuesta

Me miró mal - Otro, tonta, se suponía que no te querías vestir de negro.

- Ah, ¿Era para eso? - reí - Pues el azul.

Jay se quedó unos segundos pensativo, sin decirme nada comenzó a caminar por el lugar.

"Sí que se ha metido en el papel" pensé.

Él ya llevaba varias prendas para él, guardadas en una bolsa, ya compradas de otra tienda. Mientras tanto yo solo llevaba una sudadera que me había gustado, y simplemente le seguía.

- ¿Hay algo que necesites, en concreto? - Me cuestionó

- Oh, pues... - Busqué las palabras adecuadas, no quería que supiera para qué era, pero necesitaba su ayuda - Un vestido o algo así, un poco más formal.

- ¿Como para una cita?

Aquello me impresionó un poco.

"Una cita."

- ¡Sí, no! No... Sí, sí, una cita. - finalicé tras dudar bastante de lo que estaba diciendo.

Técnicamente no era una cita, no tenía fines amorosos.

Jay me miró raro y siguió rebuscando entre las prendas de un perchero.

- ¿Es por la noche o por el día? - Me preguntó

- Por la noche.

Tras una búsqueda de una duración bastante cuestionable, sacó un vestido de entre la multitud de ropa y me lo extendió.

Era ajustado, corto, liso y de manga larga, básico pero bastante adorable, color azul marino.
Si bien seguía siendo oscuro, no lo era tanto, ya era un cambio. Además, estaba segura de que Jay sabría completar el conjunto.

- ¿Te gusta? Te pones esto con estas botas, - sacó unas botas de la estantería de abajo, negras como la mayoría de estas, con algo de plataforma - esta chaqueta vaquera - realizó la misma acción - y un peinado casual, como un moño desordenado o el pelo suelto y liso.

Me quedé impresionada, no se me hubiera ocurrido.

Asentí feliz y se lo quité de las manos con entusiasmo.

Seguimos rebuscando entre las prendas, tanto de hombre como de mujer. El resto de ropa que escogí para mi día a día no fue tanta, pues no quería cambiar mi estilo en sí. Agarré fundamentalmente sudaderas algo más coloridas de lo habitual, y alguna que otra falda negra o botas.

Una vez satisfecha, acompañé a Jay al resto de su visita por el centro comercial y me marché.

...

En casa, guardé toda la ropa en sus respectivos cajones, perchas o lo que fuera.

Comí, me lavé la cara y me senté a estudiar durante media hora, que fue lo que aguanté.

Estaba esperando pacientemente a que la noche llegara, pero me llegó un mensaje.

"No podré ir, lo siento mucho, de verdad."

Era de Sunoo.

Antes de cuestionarle, criticarle en mi mente o pedirle explicaciones, decidí contestarle con un "Está bien, nos vemos"
Tendría alguna razón, y probablemente tenía que ver con mis sospechas de que un problema o asunto sucedía en su entorno.

Suspiré.
Aunque me hubiera acercado a él con el único interés de descubrir todos sus secretos, era una persona que soportaba.
Y yo no solía soportar mucho a las personas, pero su compañía era agradable.

Articulé un puchero y tras eso me di cuenta de lo que estaba haciendo y me di una bofetada, literalmente...

A veces soy un poco estúpida.

...

- Llego tarde, llego tarde, mier... - La campana que indicaba que las clases ya habían empezado, me interrumpió, diciéndome "Sí, llegas tarde"

Eso me pasaba por quedarme dormida tarde.

Me encogí de hombros y caminé, ahora más tranquila, hasta la clase. Entré no sin antes tocar la puerta y me concedieron la entrada.

Cuando me senté me sorprendí por la ausencia de Sunoo.

- ¡Riki! - Lo llamé lo más eufórica que pude hacerlo susurrando

Mi compañero me miró extrañado.

- ¿Sabes dónde está Sunoo?

- No... Todo lo que sé es que no ha venido.

Asentí.

Si Riki, que era el más cercano a él entre los seis, no me había podido dar ninguna información, nadie lo haría.

Estaba frustrada y eso afectó en cuanto a mi rendimiento esa clase, y las tres siguientes.

Realmente no tenía ganas de nada y mi cuerpo estaba siendo poseído por un sentimiento que hacía mucho tiempo que no sentía, preocupación.

Me estaba preocupando por él.
Mi mente estaba llena de "¿Qué le habrá pasado, estará bien?, ¿Volverá?, ¿Cuánto tiempo estará sin venir?" por una simple ausencia a clase, y lo de la noche anterior.

No me preocupaba por alguien hacía mucho, mucho tiempo.

Se suponía que a mí solo me importaba yo misma, y ni siquiera eso, pues tenía mis límites establecidos.

¿Qué me estaba pasando?
Negué.

Quería salir de aquel laberinto mental que según yo no era nada importante, pero no pude, la siguiente clase era con nuestro tutor y sin darme cuenta este ya estaba en su mesa, a punto de dar un anuncio:

- Lamento deciros que vuestro compañero Kim Sunoo se ausentará toda esta semana. - Comunicó

Aquello ya no era una broma y algo había pasado.

No podía entender nada de nada.

Yo sabía que Sunoo tenía algún asunto, algo que le hacía estar deprimido, callado o triste, porque no se veía tan introvertido.

Sí, estaba preocupada y con más razón, y a la vez curiosa.

...

𝗪𝗔𝗥𝗠 | Kim Sunoo ✓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora