¿Podría Conocerte? - Peter Parker

Capitulo 16

Maratón 2/3

Narra Rayita

Pasaron los días y mi papá y los vengadores volvieron. Me despedí de Peter y May y les agradecí por su hospitalidad.

Fui a recojer a Akira, y al verme se volvió loca.

Las llamadas de desconocidos y que me llamen _____ black terminaron, al menos hasta ahora.

Estaba acomodando mis libros que compre en la feria junto con Michelle. Estaba encantada con mi cuarto. La mayoría de las paredes eran estantes para poner libros. No los tenía todos llenos pero pensaba hacerlo.

Empecé a soñar con mi hermano, lo extrañaba mucho. Aunque tuviera lo que siempre quise, falta esa personita que se sacrificaba día a día para sacarnos adelante. Me preguntaba cómo estaría pasando el tiempo ahí: se pararía, seguiría corriendo. La verdad no sabía nada.

Mi relación con Peter era solamente de amistad. Tomó confianza conmigo y empezó a hablarme de lo increíble que era Liz y lo buena persona. Que no podía aguantar solo ser su amigo. Yo intentaba que no se notara que todo lo que dice me dolía, aunque esa no fuera su intención.

Le conté la verdad sobre mis sentimientos a M.J, ya que me sentía atrapada en mi misma al no decir nada, al no hacer nada. Ella lo entendió y me ayuda cada vez que hablan de Liz.

Liz. Cómo explicarlo. Entre clases me tomaba del brazo y me llamaba "mejor amiga" y yo solamente me soltaba y me quedaba estática. La mayoría de veces M.J llegaba a salvarme, pero había otras en las que le tenía que decir alguna excusa para que me dejara.

Tomé mi libro "perfectos mentirosos" de Alex Mírez, unos post its y mi separador y me senté en mi cama para empezar a leerlo. En mi otra realidad tenía demasiadas ganas de leerlo, pero soy terca y no lo quería leer en Wattpad, así que estaba ahorrando para comprarme el segundo libro, ya que el primero me lo había regalado Jenna por navidad. Y ahora el segundo lo tenía en mis manos.

Empecé a leer y no supe cuánto tiempo pasó. Al leer te introduces a un mundo completamente diferente al tuyo.  Sea de fantasía, terror, misterio, romance, o solamente cosas que les pasan a los humanos día a día, te hace sentir en casa. Te hace sentir que tus problemas desaparecen. Aunque la lectura no sea tan relajante como dicen, si pasas por un momento difícil, tomas un libro y te sentirás mejor. Así era yo cada vez que me sentía mal. Tomaba algún libro aunque ya lo haya leído millones de veces y me dejaba abrazar por cada palabra, cada batalla y cada abrazo.

-¿Se puede? - Tocaron a mi puerta.

-Adelante.

Abrieron la puerta y entro Steve a mi cuarto. La cerró y se acercó a mi.

-¿Que lees?

-Perfectos mentirosos. Es un muy buen libro.

-Entonces lo leeré luego-. Iba a asentir pero recordé escenas de Adrik y me arrepentí.

-No, no creo que te guste. Confía en mí-. Dije intentando ocultar mis nervios.

-Bueno, confío. Oye ¿Puedo hablar de algo contigo? - Me dijo algo nervioso. Dejé de leer y lo voltee a ver.

-Claro-. Le dije y me hice a un lado para que también se pudiera sentar.

-No se por donde empezar-. Dijo y soltó una risa nerviosa.

-Por el principio estaría bien-. El rió pero seguía pensando por dónde empezar. -Sabes que me puedes contar todo y no te juzgaré ¿no? 

-Claro que lo sé sobrina, es solo que me es raro hablar de esto con alguien.