Capitulo 18

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semana 15 y 16
-Culpa y nada-

El internet había sido su vida mucho más fácil y menos confusa desde que su madre le regaló un computador hace años. Siempre encontró respuestas que le temía preguntar a un adulto o amigos cercanos. El buscador de Google no te juzgaría o haría una cara que diría más que mil palabras, arriesgándote a recibir sólo eso y no una respuesta.

El computador fue el medio de encontrar Raisa y ahora su medio para enviar todo.

Las primeras tres veces, fue tierno el que Gamzee la tuviera en casa para estar con él, después de la quinta ocasión fue que notó que lo hacía apropósito. Cada que tocaba un pincel, él la detenía; cada que hablaba de Raisa, cambiaba de tema; cada que proponía algo relacionado con la pintura o veía alguna mancha en su pie, enloquecía.

No era viable seguir buscando la cuarta pata al gato cuando era más que obvio.

Siguió haciendo todos sus movimientos a través de la red, excusándose con una terrible enfermedad en el organismo de su madre que "tanto quería" y no podía salir de casa, dejándola desamparada sin el cobijo de su única hija. Claro que sí. Fue lo suficientemente trágico como para venderle la idea a un concursante de Reality Show, por lo que funcionó.

Todos sus documentos e informes fueron enviados por correo cuando el Makara dormía en su colchón, casi que a escondidas como si le estuviera siendo infiel con alguien cuando la persona que recibía los mensajes al otro lado de la pantalla, era una mujer mayor que veía sus pinturas de una forma severamente critica. Nada que desmoronara o alarmara una relación normal... ésta no era normal.

Escuchó movimiento en las sabanas detrás de ella y enseguida cambió la ventana del computador a un artículo cualquiera que te salían en la pantalla principal de noticias que a nadie le importaba más que a los abuelos del país.

Miró encima de su hombro para encontrarse a un Gamzee por despertar y bajó la pantalla de la laptop para que brillo no lastimara los ojos del joven. Salió de la silla para mudarse al colchón y se acostó junto a él.

–La idea de una puta pijamada –Balbuceaba al volver a sentir su presencia junto a él–. Es dormir, hija de puta. 

–Pensaba que era todo lo contrario –Acomodó la cobija para que cubriera los pies que insistía por descubrir.

Gruñó en negación y se acurrucó en su costado.

–Duérmete, no estés con la puta computadora –Restregaba la cabeza contra ella como si fuera un gato–. Quiero que estés en mi jodido lado.

–Aquí estoy –Como niño pequeño, le acarició la cabeza para arrullarlo, peinando su cabello–. Duerme.

– ¿Qué hora es?

–Duerme –Besó su frente–. Anda.

Lucía como una especie de karma que su motivación por la pintura, le frenara. Esa especie de musa que creo en él se desmoronaba mientras sus sentimientos se asentaban, consiguiendo lo que no quería y empezando a dudar de un par de decisiones. Preguntándose desde cuándo comenzó a pintar por sus propias emociones y no por Gamzee, si es que lo había hecho lo primero alguna vez.

La alejaba de poco en poco de la pintura, o eso creía él. Estaba bien, se lo merecía y él merecía creer que funcionaba. La culpa la dominaba y a él la ansiedad.

Se ponía melancólica a su lado. 

– ¿Si te regalo un cuadro, te vas a enojar? –Lo dijo de forma sarcástica, pero automáticamente un ojo del muchacho se abrió de golpe–. Okay, ya entendí.

Paint from Pain | Gamzee Makara [Homestuck]Where stories live. Discover now