Capitulo 6

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Semana 03
-Optimismo-

– ¿Es contradictorio si ahora te digo que me siento un poco más...? –Marie pausó un momento su voz para pensar en la palabra correcta– ¿Optimista? Me parece que esa es la palabra. Me ah ido bien esta semana.

La mujer estaba en el cobijo que le prestaba la noche dentro de su habitación, llamando como cada dos noches al mismo número para dejar un mensaje larguísimo en lo que conseguía buscar en su pequeña laptop información nueva sobre todo lo relacionado con el romance y lo que no, mínimo para no cagarla. Hoy descubrió que no deberían insultarse, pero una mierda, eso nunca iba a pasar si conocía a Gamzee; ni con ella ni con nadie.

El teléfono lo tenía en la rodilla al estar sentada en posición de mariposa, con el rostro iluminado por la luz artificial de la computadora y en la espalda la natural de la luna. 

–Mamá me mataría por esto, creo que lo sabes –Sonrió un poco mientras leía la página que quizás salvaría su plan–. No estoy rezándole a Dios como ella recomienda, pero... ¿Has oído de la atracción? Ah que sí.  

Ella sabía lo bajó que había caído mientras más leía a través de las letras rojas de una página con una edición de primero de preescolar y más saturada que su puta madre. Ley de atracción ¿Quién lo hubiera pensado? Si alguien le hubiera dicho que esto existía y que era tan simple para como sus ojos ambiciosos lo veían, ni siquiera saldría con Gamzee y mejor usaría una libreta entera para atraer mágicamente un documento que la certificara en Raisa.

Tendría que escribir ¿Cuántas veces decía? Entre más leía, más se perdía en la lectura y creía que era la tontería más grande que había en la vida. No tenía nada que perder, absolutamente nada. Su libreta de Comunicaciones estaba vacía y tenía campo para repetir las oraciones que esta página web te prometía que el amor llegaría a tu puerta, y aunque ella ya lo tuviera dentro de casa, lo que deseaba era que su corazón palpitase hasta oírlo por las orejas con tan sólo verle el cabello tan revuelto que siempre traía el Makara.

Era su idea del amor, sin saber las etapas que éste tenía antes de llegar ahí. 

La inexperiencia era engañosa. En muchas ocasiones podrías fracasar al instante y dejarlo, otras podrías intentarlo hasta lograrlo, pero muchas otras veces era mejor soltarlo antes de que tu mano comenzase a sangrar de tanto a éste aferrarse. La emoción era confundida con la ansiedad. Difícil de explicar; como el amor que las emociones de Becker no lograban asimilar como tal.

Según internet, le faltaron más abrazos de mamá.

–Creo que lo intentaré y te contaré que tal –Comentó Marie al teléfono, tomándolo en mano para finalmente despedirse–. Hasta pronto.

Colgó, dejando el teléfono nuevamente en su rodilla y centrándose en lo que lo leía en la pantalla de su laptop. Le intrigaba más y al poner atención, no podía estar atenta a lo que decía al teléfono. No quería que se le escapase una idiotez.

Un bolígrafo y una hoja de papel: esos eran los materiales a usar para atraer el supuesto amor eterno que ataría con el mismo cordón rojo con el que alguna vez hizo un moño para un regalo soso en San Valentín para Feferi. Sencillo, se escuchaba sencillo y ojalá que lo fuera porque no iba a desperdiciar mucho tiempo en esto. Ambos materiales estaban en su mochila y lo empezaría mañana en la escuela, durante las clases que poco le importaban a su boleta y a ella.

Practicaría esto el tiempo que su cerebro aguantase, hasta que se fastidiase o los frutos del árbol prohibido crecieran hasta madurar y caer en su cabeza una manzana que haría que el lado emocional de su cerebro reaccionara, dándole la opción de enamorarse.

Paint from Pain | Gamzee Makara [Homestuck]Where stories live. Discover now