5. Srta. Masías

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La Srta. Masías lejos está de querer trabajar como proveedora. Está claro en cualquier sentido, cualquier forma.

Tampoco cree tener las cualidades necesarias para hacerlo bien, pero eso es comprensible. Los humanos eligen creer que somos seres frívolos, obsesionados con la belleza plenamente física de un ser. En parte es interesante que, de ser así, tengamos un asunto en obviedad común, pero ignorado gracias al orgullo y la negación.

No conocen en realidad lo que nos gusta o disgusta. 

Pues bien, la belleza de la vida y sus misteriosos caminos nos alimentan. Somos recolectores de lo que ofrece este vasto universo.

La Srta. Masías es, en efecto, bella, pero esto no es lo más seductor y nutritivo a nuestros sentidos. Necesita ser reparada. Lo que la impulsa a venir hasta aquí es la ilusión de servir, de ayudar. De proveer, de alguna forma, la solución a los problemas que cree ella misma ha traído a la vida de sus seres amados.

No tiene idea de que eso lo hace más que apta para ser proveedora.

Y vaya coincidencia y reafirmación de lo maravilloso que es este vasto universo la de su llegada en este preciso momento a este lugar.

La ProveedoraWhere stories live. Discover now