—Nada, ya es tarde —le dijo.

Siempre le costaba hacer que Donghyuck se quedara dormido, el niño había heredado la hiperactividad de Jackson y necesitaba dar mínimo unas veinte vueltas a la casa para que pudiese cansarse y finalmente dormir. Doyoung lo consideraba toda una odisea.

Jisung para tener dos meses era mucho más calmado, pero odiaba que lo dejaran en la cuna o un portabebé, siempre quería estar en los brazos de las personas, pero tampoco todo el mundo, aún recordaba la vez que se puso a llorar porque Mark lo cargó.

O bueno, tal vez fue porque Mark le dijo que parecía una rata.

—Buenas noches, Haechanie —Doyoung cobijó a su sobrino y dejó un beso en su frente.

Una vez que se aseguró de que estuviese bien dormido, cerró la puerta de la habitación sin hacer mucho ruido y bajó de nuevo a la sala.

Lo bueno de su trabajo era que ganaba el dinero suficiente para tener una casa con más de dos cuartos para cuándo se necesitaran, los mellizos y sus sobrinos tenían sus propias habitaciones que decoraron a su gusto, cuando Renjun era más pequeño le había pedido pintura para dibujar un gran Molang en la pared, cosa que Doyoung no le negó y hasta día de hoy seguía el dibujo todo deforme en la pared.

Chenle se había ido por una decoración más espacial, lo cual le daba risa porque entrar a la habitación de los mellizos era ver un contraste realmente increíble. Mientras que Chenle tenía todo lleno de cosas del espacio, pósters de la NASA y pequeñas representaciones del sistema solar (sin contar el gran telescopio que Doyoung le había comprado en navidad), Renjun tenía muchos peluches de diferentes tamaños, varios pósters de cantantes que le gustaban o deportistas que consideraba sus mayores ejemplos y muchas, demasiadas, (muchas, de verdad) fotos con sus familiares.

La habitación de Donghyuck estaba llena de dragones y unicornios, le gustaban mucho los animales mitológicos y decía que cuando fuese mayor se iría por todo el planeta a buscar esos animales, por otro lado, la parte de Jisung simplemente estaba pintada con colores pastel y un par de nubes, al niño parecía gustarle los patitos de hule así que Doyoung le compró demasiados que estaban tirados por toda la casa.

Sin olvidar la pared que tenía dedicada para los logros de todos los niños, obviamente las medallas de Renjun y los reconocimientos de Chenle estaban en sus propias casas, pero ambos se encargaban de llevarles fotos de ellos para que el pudiese pegarlas en esa pared, al igual que Donghyuck quién se ponía demasiado feliz cada que veía alguno de sus reconocimientos colgados.

Pronto también estarían los de Jisung y eso le emocionaba, quería verlo llegar emocionado a su hogar porque había obtenido algún logro, así fuese mínimo para Doyoung lo era todo.

Pensaba que era una buena forma de demostrarles lo orgulloso que estaba de ellos.

—Yo digo que deberías de ser papá —dijo Nayeon después de haber entrado a la casa, Doyoung ni se movió, esa mujer tenía llaves de su hogar para cualquier emergencia y las usaba para todo, menos para emergencias.

—No digas esas cosas —Doyoung cerró los ojos. —¿Pasó algo?

—Yuta y Mark salieron a celebrar su aniversario de casados, me aburría en casa así que pensé en venir a ver alguna película contigo —Nayeon se alzó de hombros. —Mis amigas están ocupadas saliendo con sus parejas y mi pobre cabeza de diseñadora necesita un descanso.

—Cierto, se me olvidó felicitarlos —el pelinegro chasqueó su lengua y Jisung se movió en sus brazos como si de un gusanito se tratase. —Chiquito.

—Lindos.

Prometieron ser amigos toda la vida y ahí seguían, apoyándose unos a otros incluso si a veces todo parecía ser muy difícil para seguir.

Yuta por fin era reconocido junto a su pequeña banda, su esfuerzo de años sirvió para poder saltar a la fama incluso si algunas veces pensó en rendirse. Se había casado con Mark cinco años después de haber comenzado a ser novios, la boda había sido en un sector privado y con los familiares más cercanos de los novios, Doyoung fue el padrino de Mark y Nayeon madrina de Yuta porque se negó a que Taeyong lo fuese.

Mientras tanto, Mark se había graduado de su carrera de diseño y estaba trabajando en su primer cómic, si todo salía bien, ese año podría subirlo a una plataforma, tenía el completo apoyo de sus seguidores en instagram.

Nayeon decía que no sabía que quería hacer con su vida, hasta que un día Momo le dijo como sugerencia que podía dedicarse a la creación de prendas de ropa, eso pareció agradarle porque una vez que entró a la carrera se volvió una máquina imparable, creando día y noche, llenando cuadernos y cuadernos de sus ideas. Sus esfuerzos dieron frutos cuando una cantante famosa quedó enamorada de sus prendas y su pequeña tienda online comenzó a hacerse famosa, tanto que ahora mismo ya tenía a personas trabajando para ella.

Al menos la vida les había tratado bien.

—¿Quieres ver el diario de la princesa? —Nayeon miró a su mejor amigo.

—No tienes ni que preguntarlo, ponle play —el chico se levantó de su lugar caminando a la cocina. —Haré palomitas.

—¡Yo ordeno pizza!

Quien dijo que por ser adultos no podían divertirse definitivamente era una persona muy amargada con la vida, porque ellos trataban de recuperar todo el tiempo perdido de los años que pasaron estudiando y sin poderse ver.

Porque eran adultos que seguían subiéndose a las resbaladillas de los parques haciendo que los niños pequeños rieran por lo raro que se veía.
















































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Nayeon boss 😎

Jisung bby chiquito 😭💕😭💕😭💕😭💕😭💕😭💕

Doyoung best tío <3

(Borrador) InvasorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora