↝Inesperado↜

1.1K 164 56
                                    


  Observaba fijamente, desde una distancia respetable, a la mujer que se había robado por completo mi corazón.

  Estaba riendo como normalmente suele hacer, parece estar hecha de felicidad. Seguía rodeada de gente como el primer día, los mismos y algunos nuevos. Mientras su grupo crecía, el mío disminuía. Ahora que Tzuyu y Kai están fuera de mi vida, y las suyas, todo debería de ser más sencillo.

  Podría llevar a Lisa a una cita sin trabas románticas de por medio, como Kai, y sin molestas interrupciones, como Tzuyu.

—Decirte que te la estás comiendo con la mirada, no se sentiría de la misma manera. —Irene comentó, llegando a mi lado y asustándome momentáneamente.

—Sí, ese era el trabajo de Tzuyu. —Rosé siguió amargamente, apareciendo a mi otro lado.

  Las miré de reojo, sin muchas ganas de hacerme mala sangre por muertos, hoy era un día especial.

—Creo que por fin la invitaré a salir. —Confesé a mis dos amigas más cercanas con un suspiro.

—¿A quién?—Rosie preguntó inocentemente.

  Es que no se puede ser tan malditamente lenta.

Pensé que rompías el estereotipo de rubia idiota pero claramente me equivoqué. —Irene bufó, haciendo mi trabajo de decirle idiota a Rosé. —Es obvio que está hablando de Lisa, imbécil.

  Rosie frunció el ceño, visiblemente ofendida por las palabras tan bruscas de la pelinegra. Con su boca ligeramente abierta en una "o", tomó un pedazo de fruta que se encontraba en la bandeja de su almuerzo y se la arrojó directo al rostro.

  Irene no logró esquivarla, Chaeyoung estaba realmente enfadada como para desperdiciar algo así. Denotando de esa manera, que no había sido un tiro amistoso, si no más bien uno buscando hacer daño.

—Te voy a arrancar los pelos, Park. —Irene amenazó, levantándose ligeramente del asiento casi lista para abalanzarse sobre la australiana.

—Inténtalo, Bae.

—Y como dije, creo que la invitaré a salir. —Retomé la conversación, esperando frenar la pequeña y chiquilina pelea que se estaba comenzando a formar frente a mis ojos.

—Ajá, realmente me alegro por eso. El idiota de Kai ni siquiera luchó por ti, sólo se mudó a otra parte del mundo sin avisar. —Rosie me comentó, jugueteando con el tenedor que traía en mano.

  Tuve que aguantar la risa o cualquier tipo de mueca de satisfacción que amenazaba con asomarse en mi rostro. Si tan sólo Rosé supiera que su cuerpo está desintegrándose en uno de mis invernaderos y su corazón en un frasco de vidrio tan pequeño que hasta podría caber el cerebro del mismo ahí dentro.

—Eso realmente me da igual, concuerdo con que Kai era un idiota. —La surcoreana se encogió de hombros. Parecían hablar más entre ellas que conmigo. —Yo sólo quedé un tanto sorprendida, no sabía que te gustaban las mujeres.

  Observé como ambas de mis amigas parecían encogerse de hombros al mismo tiempo, por motivos completamente distintos.

—A mí no, ya lo sabía.

—¿¡Tu lo sabías!?—Irene medio-gritó, bastante ofendida por pensar que yo le había dicho algo al respecto a la rubia. —¿¡Y no me contaste!?

  Ahora se dirigió a mí, posando ambas palmas sobre la mesa con más fuerza de la necesaria, haciendo un ruido demasiado fuerte para mi gusto. Sus ojos estaban casi saltando de su cara, parecía una desquiciada en mi opinión personal.

↝Nosotras↜ Jenlisa FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora