Capítulo 5: Una bella confesión, antes del adiós eterno...

673 60 153
                                    

Arco 1: Un futuro imposible.

Saga: Holocausto.
_____________________________________________

Dentro de la iglesia, Miku utilizaba a "Gabriel", en un intento desesperado por sanar a Shido, pero lejos de surtir efecto, parecía hacerle más daño que bien, está interacción; entrando en desesperación, comienza a maldecir y golpear el sueño, por la frustración que le causa su inutilidad... A falta de ideas, le pone unos vendajes improvisados; para contener su herida lo mejor posible.

Miku: Darling... Resiste por favor, tienes mucho por qué vivir, yo, no, todas te seguimos amando... Pero entendemos que hayas elegido a "otra"... Lucha, por tu hijo, vas a ser padre -dijo, acariciando su rostro.

Shido: Ko... Kotori, necesito hablar con ella... Por favor, te pido que la busques -respondió débilmente.

A punto de irse, aparece la pelirroja, flotando aún en el aire, para luego aterrizar a pocos metros del duo; sin decir nada, Miku, solo le señala a Shido, dándole a entender que despertó y que desea hablar con ella, a lo que de inmediato se acerca.

Miku: Los dejaré solos, sé que no puedo hacer mucho, pero yo los protegeré, en caso de que algún ataque, venga hacia acá -dijo, con la mirada baja.

Kotori: Miku, ¿acaso tú? -preguntó, algo impresionada, al deducir la causa de su tristeza.

Miku: Él te eligió a ti Kotori, no desaproveches esta última oportunidad que tendrás... Se sincera, o podrías arrepentirte... -respondió, saliendo de la iglesia.

Una vez al lado de Shido, toma su mano, la cual está llena de sangre, a causa de sus heridas, que nuevamente se han abierto; pero en esta ocasión, no trata de cerrarlas, pues entiende, que si Miku no pudo hacer nada por él, quiere decir que ella no podrá hacerlo tampoco.

Shido: Kotori, yo, lo siento -dijo, con lágrimas en los ojos.

Kotori: Onii-Chan, no hables, no gastes tus fuerzas, cuando estés bien, ya tendremos mucho tiempo para poder hablar -respondió, con su tono de voz de imoto, pese a llevar sus listones negros.

Shido: Sé que no eres una tonta, sabes cómo terminará esto... Así que, déjame hablar, quiero decirte tanto y tengo tan poco tiempo ya -expresó, tomando sus manos.

Kotori: Está bien, Shido -respondió, mirándolo con ojos cristalizados.

Shido: Fui muy débil, cuando estuve encerrado en Paradise Lost, alguien entro en ese lugar, fue Tohka, al principio pensé que iba a rescatarme, pero cuando vi esos ojos sádicos y llenos de odio... Supe al instante, que no era la Tohka que conocíamos y llegué a amar, en su momento; para ustedes fueron días, pero para mí fueron meses interminables, ella usó un extraño poder de control mental, para hacer que la amara a ella, pues en ese tiempo ya estaba enamorado de una de ustedes... -argumentó, tosiendo sangre.

Kotori: ¡Shido! -gritó, angustiada.

Shido: Cuando salí de ahí, debieron notar que era otro, pero en realidad, jamás deje de ser un prisionero, en mi mente estaba siendo sometido por una conciencia oscura, se hace llamar "Sia", ella le lavo el cerebro a Tohka, se aprovechó de su inocencia; al menos eso creí, pues al parecer, si hay maldad en ella... Ya que esa entidad, no puede posesionarse de nadie, que no lo desee... Lo sé, porque no dejaba de torturarme, al no poder someterme a sus caprichos -respondió, tocando su cabello.

Kotori: Así que... ¡Ella se aprovechó, estos 3 años, te mantuvo cautivo, solo para qué la amarás! -reclamó, con ojos furiosos.

Shido: No sé si me amo, pero quería mi poder de sellador y el de todas, ustedes... Yo quise advertirle, pero cada vez que trataba, ella me lastimaba, haciéndome imposible hablar... Fui un, cobarde -respondió, lleno de dolor y frustración.

Date A Live: El Último EspírituWhere stories live. Discover now