Capítulo 7

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Connor:

Eric y yo nos habíamos quedado completamente a solas en el despacho de mis padres después de que estos saliesen acompañados por mi suegro y mi hermano y su esposo.

Me le quedé mirando de arriba a abajo como cuando estábamos en mi habitación y la verdad es que aún no salía de mi asombro al saber que mi prometido era él.

Me sorprendió no solo porque cosas como esta demuestran que el mundo verdaderamente es un jodido pañuelo, si no también porque mis padres eran demasiado conservadores, eran esa clase de alfas que solo aceptaban el alfa x alfa o el alfa x omega, sinceramente nunca me esperé esto de ellos.

— Vaya— dijo caminando lentamente por el despacho de mis padres— al final resultó ser que yo soy tu prometido— dió un pequeño salto y se sentó sobre la mesa del despacho de mi padre.

— Si, eso ya lo veo— dije dándome la vuelta y caminando hacia él.

Me metí entre sus piernas y lo miré bien de cerca.

Yo estaba en lo cierto la primera vez que lo vi.

Este es el beta más jodidamente hermoso que he visto en mi vida. Todo en él me incitaba a desearlo, todo en él me incitaba a hacerlo mío; su mirada, sus labios, su sonrisa ladina y provocativa, todo.

Comencé a acariciar su muslo suavemente, a lo que él respondió rodeándome con sus brazos por el cuello.

— ¿Y bien, donde fue que nos quedamos antes?— dijo mirándome de arriba a abajo.

Tomé sus pantalones y tiré de ellos hacia abajo para dejarlo así desnudo de cintura para abajo.

— Bájate y girate— le ordené con voz grave y cargada de deseo.

En cuanto lo ordené lo hizo.

Bajé mis pantalones y mis slips sacando mi erecto pene y comencé a frotarlo contra su redondo y perfecto trasero.

— ¡¡Connor!!— oí la voz de mi madre e inmediatamente tanto Eric cómo yo nos comenzamos a vestir.

— Parece que esta vez tampoco va a ser— dijo Eric mientras se abrochaba el pantalón.

— Bueno, tenemos toda una vida para que sea— dije dándole un buen repaso con la mirada.

Mi madre entró y miró desde Eric hasta mi con una sonrisa forzada.

— Ay mis niños— arquee una ceja al oír el tono de falso cariño con el que dijo eso— me alegro de que se hayan entendido tan bien.

Si algo era mi madre era una mujer cínica con sus palabras, pero sincera con sus expresiones, y en su rostro se notaba que le desagradaba la idea de que yo hubiese acabado prometido con un beta que ni siquiera les puede dar esa descendencia que ellos tanto desean de mi y de mi hermano.

— Bueno, yo saldré un momento si necesitan hablar— dijo Eric con una sonrisa incomoda— ha sido un gusto conocerla señora.

— Lo mismo digo cielo— respondió mi madre con una sonrisa.

En cuanto Eric salió por la puerta mi madre volvió a retomar su regia actitud y me miró con desdén.

— No sé cómo a tu padre se le ocurrió juntarte con un beta, por muchas cualidades especiales que tenga— reclamó sacando un cigarrillo de un pequeño estuche plano y metálico.

— Si tan poco te gusta ¿Porqué no dijiste nada?— vi como encendía su cigarro y le daba una calada mientras la preguntaba.

— Si que lo dije— dijo soltando el humo por la nariz— pero cuando a tu padre se le mete algo entre ceja y ceja no hay quien lo haga cambiar de opinión— protestó dándole otra calada al cigarro— y más cuando se trata de obtener algo único.

No entendí a qué se refería, pero igualmente me daba igual, simplemente quería salir de este despacho e irme con mi futuro esposo a mi piso a hacerlo mío hasta dejarlo exhausto.

A mi me daba igual si Eric era beta, omega, alfa o un caballito de mar, simplemente me atraía su físico, y eso era algo que su segundo género no iba a cambiar.

Ignoré los desvaríos de mi madre y me dirigí a la puerta del despacho para salir de este.

— Yo que tú tendría cuidado con ese beta, no tiene pinta de ser la clase de persona que se queda quieta viendo como todo a su al rededor simplemente sucede— tras oír su última aportación salí por la puerta.

Creo firmemente que nunca entenderé a esta mujer, a día de hoy no entiendo ni como fue que mi padre se casó con ella.

Bueno si.

Porque el dinero todo lo puede.

Al pensar en eso varias dudas me asaltaron, y me robaron toda la calma.

MÍO [𝘖𝘔𝘌𝘎𝘈𝘝𝘌𝘙𝘚𝘌]Where stories live. Discover now