12 𝔚𝔦𝔩𝔩𝔦𝔞𝔪 𝔠𝔬𝔯𝔞𝔷𝔬́𝔫 𝔡𝔢 𝔭𝔦𝔢𝔡𝔯𝔞

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Si algo amo del mundo humano, es la delicia de lugares para dormir que tienen, camas, sofás, cojines, son algunas de las mejores cosas de tierra firme, en casa dormimos sobre anémona o algunos corales suaves, también sobre la arena marina , nada comparado con el algodón o con los famosos colchones de agua ¡Son un paraíso !

Por un momento viene a mi mente  el momento donde mi cuerpo estuvo tan cerca del de Dylan que casi pude sentir su aliento, recuerdo como miró mis labios y simplemente me siento más ligera. Pero la sensación dura poco pues cuando paso por la habitación de Dylan ( me estoy quedando en una de invitados desde que salí del agua ) me doy cuenta de que no se encuentra allí y una sensación amarga me recorre al ver sobre su cama una foto de él junto a su novia.

El pecho me duele al darme cuenta que tal vez todo es producto de mi imaginación y qué más allá de ser su sirena el no tendrá sentimientos románticos por mi.

Mi día había  comienzado como todos, un despertar algo agitado por las pesadillas, ya que desde que mi cola desapareció, estás son más que frecuente aunque todas siguen un mismo y extraño hilo, cientos de sirenas masacradas, cientos de colas siendo metidas en maquinas, un disparo, sangre, todas terminan igual con el agua tragándome.

No les he contado a nadie sobre esas extrañas pesadillas porque estoy casi segura de que no son importantes, no es que yo sea lo que los humanos llaman psíquica o algo así, eso ni siquiera había arruinado mis días, a diferencia de la foto que hay sobre la cama.

Tomo la foto entre mis manos , un suspiro se escapa de mis labios mientras acaricio el rostro de mi humano dibujado en el papel , su mirada era tan feliz tan... ligera, simplemente no cargaba con el peso de protegerme del mundo.

La conexión que existe entre Dylan y yo es el equivalente de mi hogar al emparejamiento, cuando una sirena escoge a un humano, le entrega su corazón, y Dylan lo aceptó la otra noche, cuando perdí mi cola. Pero dudo que sepa cuan importante es para mi y cuanto me duele el corazón al imaginarlo con ella, y nunca lo sabrá por mi parte, no quiero ser un ancla en su vida.

Como es de costumbre voy al baño, me aseo, como Deborah y Marnie me han mostrado, aún temo que mi piel humana se vuelva rara ante el agua,que bajo ella mi cola vuelva formarse alrededor de mis piernas, por lo que trato de no permanecer mucho tiempo bajo la ducha, no estoy preparada para volver a la prisión que es tener una cola rota, tengo un mundo entero por explorar, además de que estoy menos preparada aún para sufrir el dolor de perderla.

Los recuerdos de como la preocupación por Dylan, el miedo y la angustia me hicieron salir del agua y luego el atronador dolor, sentir como si mis escamas estuvieran prendidas en fuego, como se descargaban una por una son algo que quiero mantener alejado de mi mente.

No le gustado rencor a Dylan por al arponazo que llevó a mi encuentro con el maleducado tiburón, que acabó con la mirad de mi aleta. Soy consciente de que estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado y que si me hubiese encontrado con otra persona hoy sería sirena a la parrilla.

Aunque amaría pasar el día con la ropa más cómoda del mundo, el pijama de pecesitos, me coloco un vestido veraniego rojo con dibujos de rosas.

Alimento a los peces de Dylan, incluido al tierno y delicioso Archie, que juega nuevamente con sus compañeros en la pecera. Debo admitir que aún se me hace agua la boca al verlo, estoy segura de que sabe delicioso.

Veo el portátil de Dylan sobre su cama y voy directo a ver películas, en eso consiste mi día hasta que los chicos vuelven del instituto, arreglarme y ver películas, no me atrevo a salir sola, tampoco puedo por seguridad.

Dylan anoche seleccionó una serie para que viera, y es la que pongo, según él será muy instructiva.

—H2O just add water. –Se lee en el título y al ver el poster pongo los ojos en blanco.

Canción de Mar ©✔ Where stories live. Discover now