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-Bueno, esto es todo- Dijo Charly acomodando el último amplificador sobre el mini-escenario que habían creado en el local de Taverna.

-Por fin, en 2 horas vienen todos- Zeta se sentó en una de las sillas viejas que estaban llenas de tierra.

-Que miedo.

-Bueno, yo diría que vayan a sus casas así se arreglan y después vienen para acá- Dijo Adrián. Yo me encargo de organizar todo lo que falta.

-Genial, muchas gracias amigo- Gustavo lo abrazó.

Nos subimos al auto y salimos hacia la casa de Charly. Gustavo aún no había llevado su guitarra y también debíamos prepararnos rápido para que los soda pudieran ensayar un rato antes de que lleguen todos.  Estábamos emocionados, sin dudas iba a ser una linda noche, pero de todas formas se sentía cómo angustia merodeaba por el aire. Sabíamos que esta sería la última noche, y después no quedaría nada de los cuatro.

-Cambiá esa cara, por favor, no te quiero ver mal- Me abrazó Gus.

-Sí, perdón.

Me di un beso en el cachete y fui a buscar mi abrigo. El famoso abrigo que había estado de mano en mano cuando a penas comenzó toda la historia. Ya casi estábamos listos, solo faltaba el cuaderno de Gustavo, que casualmente no encontraba por ningún lado.

-Me voy a fijar si está arriba- Les dije mientras los tres buscaban desesperados por toda la sala.

Cuando subí al garage el cuaderno de Gustavo estaba tirando abajo de una mesa que tenían por ahí. Al agarrarlo salió disparada de adentro una foto de él cuando todavía iba a la universidad. Por supuesto la puse en el bolsillo de mi abrigo y me la quedé.

"Me quedé con tu foto leonino, espero no te moleste. Te amo, Delfi"

Escribí eso en la página que seguía después de la última que había usado y bajé.

-¡Gracias!- Gustavo abrió los ojos bien grandes y agarró su cuaderno.

-Bueno, ¿ya nos podemos ir?- Preguntó Zeta.

-Vamos

En el camino, dimos una vuelta por la ciudad de la furia y traté de guardar en mi mente todas aquellas postales de Buenos Aires en los 80s. En el futuro quizás habían algunos que otros edificios nuevos y nada más, pero en esta época, todo era hermoso.
Al llegar estaban ya casi todos. Gustavo, Zeta y Charly fueron los primeros en subirse a tocar antes de que los chicos de Virus les sacaran el lugar. Cada uno con sus instrumentos, y sus letras. Eran unas bandas increíbles. Después de un rato, llegó Charly García y también con algunos amigos más, con él venían Nito, Pedro y Fito. (Hablé con ellos lo más que pude porque iba a ser la única y última vez que los vería)

-¿Y a dónde te vas que hay tanta despedida?- Me preguntó Charly.

-A Japón. Vuelvo en 3 años- Me reí.

-No te creo nada chica futurista, seguro te vas a Inglaterra como hacen todas ahora- Se rió conmigo.

-Los de The Cure me llamaron para hacer un álbum con ellos, ahí el propósito

-Aaah con razón los pelos- Dijo en tono de burla señalandome a mí y a mis amigos.

Pasamos el rato riéndonos hasta que Charly subió y tocó algunos temas propios y también de Serú Giran. Me dedicó "Canción para mi muerte" de Sui Generis y cuando se cansó de tocar se puso a charlar con Gustavo por el futuro de Soda. Sí, Soda Stereo ya era bastante conocido y era muy notorio. Ya tenían bastantes admiradoras (yo la primera) y había gente que iban a cada pub, boliche, bar en los que tocaban.
  Daniel Melero subió a tocar con "Los encargados" mis canciones favoritas, también tocaron su versión de  "Tratame suavemente" mientras Gustavo y yo nos mirábamos muy de cerca.  Fricción, una de las primeras bandas de Richard Coleman tocó con Gus algunos temas y luego Soda, por último hizo el debut de "Danza rota", "Estoy azulado" y "Cuando pase el temblor", temas que eran parte del 2do álbum que todavía faltaba mucho para que saliera a la venta (ni siquiera estaba hecho).
  Cuando ya todos habían tomado lo suficiente, lo dejaron a Adrián como dj y nos pusimos a bailar.

Vuelta por el Universo| Soda StereoWhere stories live. Discover now