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Charly se había ido a su casa y Zeta se quedó durmiendo en el sillón de los Cerati. Yo, por mi parte, me había quedado dormida con Gustavo otra vez, después de haber pasado casi todo lo que quedaba de la noche hablando sobre universos paralelos o sobre el mismísimo tiempo.
Cuando me levanté, Zeta ya se había ido y Gustavo estaba sentado frente al ventanal con las piernas cruzadas, una taza de café en una mano, y en la otra sostenía un cigarrillo que cada tanto llevaba a su boca. Completamente en otro mundo, mantenía su mirada fija en un punto del suelo y no emitía ningún sonido. Estaba cansado, su cara de dormido lo decía todo.

-Gus.. - Me acerqué.

-¿Si?- Se dio vuelta sobre la silla para mirarme.

-Hola- Dije con ganas de llorar.

-Buen día- Me sonrió. ¿Querés café? ¿Te preparo?

-No, está bien, gracias.

-Pero desayuná algo, te hago un té si querés- Se levantó rápidamente de la silla.

-¿Y tus padres?

-Se fueron al centro, ¿por?- Me contestó mientras ponía a calentar el agua.

-No nada, pregunto- Miré al suelo.

-Ch ch, ¿estás bien?- Trató de llamar mi atención. No estés preocupada, ¿si? Todo va a estar bien.

Caminé unos pasos para poder abrazarlo y encontrar mi paz nuevamente. Nos quedamos un ratito así, suspirando angustiados, mientras él acariciaba mi pelo y yo cerraba mis ojos tan fuerte como podía para no llorar. El agua hirviendo hizo que nos separemos, pero yo quería quedarme ahí para siempre.
   Gustavo hizo dos tazas de té, me había dicho que su café se había enfriado y tampoco quería dejarme sola en el desayuno. Eran a penas las 10:30 de la mañana, y según mi cuenta regresiva, era el ante último día. Lamentablemente, el ante último día para que todo este sueño se terminase.
   Gustavo no me hablaba pero me sonreía cada tanto. Lo vi juntar unos papeles dentro de un cuaderno antes de salir para la casa de Charly. Probablemente eran canciones nuevas, acordes o arreglos para algunas cosas que faltaban.   Como Juan José y Lillian no estaban, tuvimos que viajar en tren hasta la casa de Charly, que no estaba muy lejos, pero era la vía más rápida.
Caminaba apurada, miraba para todos lados. Tenía miedo que alguien nos agarre en la calle o algo parecido. Gustavo se dio cuenta de mi inquietud al instante, y me paró en medio de la vereda.

-Esperá- Me agarró del brazo antes de que siguiera caminando-trotando. Hoy a la mañana te dije que iba a estar todo bien, ¿o no?

-Sí, lo sé, pero tengo miedo de que nos pase algo estando en la calle- Lo miré muy preocupada.

-¿Algo como qué? ¿Que nos rapten? ¿Que tu hermana venga y nos agarre de los pelos?- Me tiró de un mechón riéndose. Ella ya sabe que te vas a ir, y ella siempre supo que esto iba a pasar. Puedo apostar mi Gibson SG que estaba todo planeado.

-¿A qué te referís?

-Sí, desde que te subieron a ese auto, ellos sabían que de nosotros no te iban a poder alejar. Además, tu hermana no es boluda, si ella hubiera querido que tuvieras ese "trabajo" te habría hablado desde un principio- Hizo señas con sus dedos. Quizás ella habría hecho que te amoldes a este tiempo para poder quedarte, pero sin embargo nada de eso pasó, y ahora como no te pueden alejar de nosotros y también sos un peligro para su "plan" te van a devolver a tu época.

-¿Cómo pudiste entenderlo tan rápido e incluso mejor que yo?- Lo miré con asombro. Nunca había pensando en eso, pero es verdad, a lo mejor, ella sabía que el trabajo era para mí pero yo, al ser tan fan de ustedes, lo primero que iba a hacer, era buscarlos.

Vuelta por el Universo| Soda StereoTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon