Vuelta por el Universo| Soda Stereo

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-Chicos, me voy.
-Bueno. Perdonanos, no sabíamos que esto iba a pasar- Se lamentó Charly.
-Ay, no sean tontos, no pasó nada- Puse mi mejor cara ante esa situación.
-Chau Delfi, ahora le aviso a Gus que te fuiste.
-Bueno.
Los saludé a ambos y salí. Comencé a caminar con el pecho lleno de huecos. Me sentía mal, quería llorar pero no lo hacía porque una parte de mí no entendía nada.
Caminaba perdida, mi cara larga y triste hacía que la gente me mirara. Paré en uno de los semáforos y comencé a escuchar gritos de alguien corriendo. Conocía esa voz, agitado gritaba mi nombre y algún que otro "Disculpe, corrasé" más los bocinazos que alteraban mis sentidos. A punto de cruzar de una calle a otra, ignorando por completo lo que había pasado anteriormente, me agarra del brazo. Evidentemente era Gustavo que me interrogaba con sus ojos y su agitada voz.

-¿Por qué te fuiste?- Caminamos hacia la vereda.
-No me sentía bien.
-Pero me hubieras saludado o avisado al menos- Enarcó las cejas. Aparte tenemos planes para hoy, ¿Me ibas a dejar plantado?
-Pero, estabas de mal humor, nisiquiera me mirabas, ¿¡como querías que me quede sintiéndome tan incomoda y confundida?!- Aumenté el tono de mi voz haciendo que Gustavo me prestara atención del todo.
-Perdón, tenés razón- Agarró mi mano. ¿Vamos?
-No hasta que me digas que te pasa.
-Te digo en el camino- Sonrió
Lo dejé que me llevara, nos adentramos más al centro de capital, riéndonos, corriendo y caminando por todos lados, sin soltar mi mano ni yo la de él.
Cansados de tanto de andar nos sentamos en un banco de plaza de mayo.

-Bueno, ¿ahora me vas a decir?
-¿Qué cosa?
-Lo que pasó hoy.
-Ah si, bueno.
-Entonces...
-Es lo de siempre, ya sabés- Prendió un cigarrillo.
Hizo un silencio y comenzó a hablar.
-Es el miedo de perderte, y el hecho de saber que por una tormenta te vas a ir me angustia demasiado. Yo, yo me estoy acostumbrando a levantarme en la mañana y pensar en qué vamos a hacer en el día o alguna boludes. En cambio, si te vas, no va a quedar nada. Vacío. Es doloroso cuando querés tanto a alguien pero sabés que se va a ir y no va a volver nunca. Es tan doloroso como la muerte de un ser querido. Por eso pienso en todo este tiempo juntos y siempre me pregunto ¿Que voy a hacer sin vos?- Miró al suelo expulsando todo el humo ingerido dentro de su cuerpo.
Gustavo decía todas esas cosas y me hacía acordar a mi en esas noches de llanto por él, porque sabía que nunca iba a verlo, entendía cada palabra que decía y más que nada, como se sentía.
-Bueno, pero no pienses en eso ahora. Como me dijiste ayer, "Mientras estés, yo estoy. Disfrutemos", y es más ahora que sabemos esto ya sabemos cuando despedirnos y así no tener que darnos abrazos infinitos.
-No están tan mal esos abrazos igual- Me miró.
-Bueno- Me reí.
-¿Sabés qué?- Se acercó a mí.
-¿Qué?
-Quiero ir a tu casa.
-¿A mi casa?
-Si, ni idea por qué pero quiero ir.
-Mirá vos, justamente te estaba por hablar de eso.
-¿En serio?
-Si, mis padres quieren conocer al gran Gustavo Cerati.
-Ah ¿Si?, mira vos eh, me siento importante jajaja- Se reía
-Si, quedate a cenar si querés.
-Buenísimo, vamos, aparte ya está oscureciendo.
Al pararnos de donde estábamos comenzamos a sentir como unas gotas de agua comenzaron a empaparnos. Extrañamente una fuerte lluvia acompañada de unos relámpagos y rayos, nos asustó haciéndonos correr sin parar hacia el auto. La tormenta era fuerte, acompañada de un viento que podía hacer mover los árboles de una manera muy brutal.
Mi campera negra estaba en la parte trasera del auto, Gustavo me la dio para abrigarme ya que estabamos helados. Él se empezó a poner nervioso aunque yo lo estuviera el doble. Gustavo no me miraba, no reaccionaba. Parecía el fin, comencé a preguntarme si era el fin, mi cabeza empezó a dar vueltas, pensaba una cosa atrás de la otra entrando en una desesperación total. Un fuerte rayo hizo que nos miraramos, él agarró mis manos -Por favor, no te vayas- Se le quebró la voz a la mitad de la frase. Lo abracé. Nos abrazamos fuerte y lloramos juntos, parecía la última vez de todo, de verdad parecía el fin...

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Gracias por leer, pronto el 10!