天星 ◞ ❛ 𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘭 𝙘𝙞𝙚𝙡𝙤 𝘺 𝘭𝘢𝘴
𝙚𝙨𝙩𝙧𝙚𝙡𝙡𝙖𝙨 𝘦𝘳𝘢𝘯 𝙥𝙚𝙧𝙛𝙚𝙘𝙩𝙤𝙨, 𝘫𝘶𝘯𝘵𝘰𝘴 ❜ 🌟
❱ ˗ ˏˋ Seren, como su nombre lo decía, era una estrella, una de las más brillantes que podían existir. Y Arm...
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capitulo quince "confesiones"
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Seren se encontraba diferente. Lo que había sucedido un día anterior había sido algo que la había dejado pensando todo el rato el su habitación, viendo el techo con la mirada pérdida e imaginando qué hubiera sucedido si las cosas no hubiesen sucedido así.
Con la posibilidad de que la Muralla Rose hubiera caído, la población tuvo que evacuar a una ciudad subterránea de la Muralla Sina. Por ende, no había tenido oportunidad de ver a su familia porque cuando pidió permiso se le fue notificado. Sabía que la ciudad subterránea no era algo de buen nombre, porque ahí había personas que robaban y la vida en general no era buena. Esperaba tan solo que regresarán rápido porque quería verlos; lo necesitaba.
Para cualquier persona el pensamiento de querer huir sería normal, tal como le dijo el Comandante Erwin mientras ella expresaba su temor, pero, para Seren, no era bueno. Desde la caída de Shiganshina supo lo que quería hacer y era dar todo por la humanidad... el problema fue que se encariño con tantas personas que ahora no quería morir. Y para ella, eso era sumamente egoísta. Estar en la Legión de Reconocimiento significaba estar consiente de que algún día la muerte llegaría a por tí, pero mientras más tiempo pasaba ahí y con los que quería se volvía difícil.
Le dijo a Yuuki que no iría a desayunar. Le daba vergüenza tener que ver a sus amigos a los ojos porque recordaba que fue capaz de dejarlos atrás, aún cuando sabía que todos no lo harían con ella. Sabía que no los evitaría para siempre pero trataría de hacerlo lo más que pudiera, porque ese sentimiento de culpa le carcomía al imaginarselos estando en el comedor, riendo tal vez por la alegría de sentirse vivos o tristes aún por la traición.
Soltó un suspiro cuando escuchó como alguien tocaba la puerta de la habitación, y se volvió a tapar hasta arriba con la cobija para hacerle creer a Yuuki que estaba dormida porque era capaz de entrar sin permiso. Pero, siguieron tocando un minuto seguido y tuvo que gritar:
—¡No estoy de humor, cabeza de uva! ¡Déjame dormir!
—No soy ella —le respondieron, y rápidamente Seren se levantó de la cama de un brinco sintiéndose nerviosa—. ¿Puedo pasar?
