Capítulo VI.

1.3K 91 17
  • Dedicated to Gatitos:)
                                    


Al sentir una presencia en la habitación Atem se gira brevemente.


-Hola-dice de lo más normal.


-Hola-digo caminando hacia él y quedar a unos minúsculos metros que nos separan. Atem se pará del asiento.


Odio que sea más alto que yo.


Ahora solo veo directamente su pecho. Lo odio. No lo odio. Mierda.


Alzo un poco la vista para encontrarme con esos ojos morados mirándome con brillo en ellos.


-Me preguntaba si querías ir conmigo a un juego de moustros-dijo caminando y quedar justo frente a mi, ya ni un metro nos separa.


-Claro-digo sonriendo de oreja a oreja.


-Me gusta cuando sonríes-dice colocando su mano en mi mejilla-Me gustas tú.


Nose que decir ante su comentario. Hago una mueca y Atem quita su mano.


-Perdón si pensaste algo malo-dice poniendo cara de preocupación.


-No... Para nada-hago una pausa-No me habían dicho algo así, perdone.


Es verdad, nadie nunca había hecho que sintiera las llamadas mariposas en el estomago, debería tomar ácido muriático para matarlas, si, debería.

Atem se retira de mi habitación.


-Jill-digo un poco alto.

Tarda un poco en aparecer por la puerta.



-¿Dígame?-pregunta la pequeña niña de cabello negro y ojos miel.


-¿Sabes que usan los que van a un juego de moustros?-digo haciendo una gran mueca en mi rostro.


-Lo normal-dice estallando de risa.


-¿Qué?-digo sin entender.


-Estas roja como un tomate-apenas logra decirlo para tirarse al suelo y seguir muriendo de risa. Miro a la derecha donde hay un gran espejo y en efectivo, estoy roja como un tomate.


Comienzo a tallarme las mejillas para quitarme lo roja, pero no lo consigo.


-Deja de reírte y ayúdame.-digo con una mirada seria a Jill quien seguía tratando de no reír.

Unas horas más tarde ya estaba lista, o eso creo.


Tengo que admitir que, Atem es lindo, pero nada más.


EL FARAON ATEM ©Where stories live. Discover now