CAPÍTULO 35

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La mañana siguiente desayunamos juntos, me sorprendió enormemente cuando fluyo una plática agradable entre nosotros, no diré que nos ganamos un premio nobel por la charla más larga, yo le contaba de mis trabajos anteriores y él asentía y me hacía algunas preguntas relacionadas al tema, nunca traspasamos hacia la incomodidad.

Veo su perfil mientras conduce por las calles de Alaska, la nieve ahora arrastrada hacia los lados del camino para dejarlo despejado, las copas de los arboles cubiertas de nieve y el cielo gris.

La temporada de invierno se acerca con suma decisión haciéndose notar en un frio atroz.

Me gusta como maneja, tiene un control sobre el auto que pareciera que no nos movemos pero los árboles que dejamos atrás revelan lo contrario.

Con una sola mano mueve el manubrio y que me disparen si no es de las cosas más sensuales que he visto en mi vida.

Es un hombre sensual, se mueve con elegancia pero su presencia es imponente, no le hace falta hacer ruido para hacerse notar.

Incluso desprende un misterio que aún no logro descifrar.

Levanto la mirada del manubrio enfocándola en su rostro y sus ojos se fijan en mí.

-¿Sucede algo?-pregunta viendo la carretera y yo niego.

-¿Por qué me mirabas?-sonrío ante su ceño fruncido.

-¿Alguna vez te has preguntado que hubiera sido de nosotros al tomar una decisión diferente?-le pregunto cuando la pregunta me invade intentando evadir la suya.

Ve al frente con aquellos ojos felinos y piensa en mis palabras.

Asiente con la cabeza pero yo lo miro esperando más.

Suspira y me mira de reojo.

-En un momento me lo he preguntado-admite y yo asiento sabiendo que no conseguiré más que eso.

Pero tampoco me pregunta si yo lo he hecho, parece sumido en un recuerdo.

Me gustaría saber que piensa, porque parece tan osco e inalcanzable cuando se mete en sus pensamientos.

Veo por la ventanilla y veo como la nieve se amontona formando grandes montones blancos, algunos más oscuros que otros por la suciedad del pavimento.

Un recuerdo centellea en mi mente queriéndose instalar en mi cabeza pero lo evito pensando en otra cosa.

Entonces empiezo a reconocer las calles por las que estamos sabiendo que estoy a punto de llegar a casa y que el GPS donde puse mi dirección dio resultado.

Veo el edificio con bastantes apartamentos y sonrío por la calidez que empieza a emanar mi sistema.

Mi hogar.

Vosk estaciona en la entrada y me empiezo a quitar el cinturón de seguridad.

-¿Te veré esta noche?-pregunta y yo levanto la cabeza para encontrarme con sus ojos.

-Si-asiento con una pequeña sonrisa-.Creo que tres días de inactividad laboral han sido suficientes.

Me rio y él me mira con una sonrisa.

-No hagas ninguna locura Haler, por el bien de mi tranquilidad-pide y mi corazón da un salto por aquel pequeño detalle de preocupación.

-Terminaras acostumbrándote-me rio ante su ceño fruncido.

Lo miro sin saber cómo despedirme.

Carraspeo y tomo impulso para salir del coche pero su mano me detiene, giro el rostro hacia él y sus labios se encuentran con los míos.

Cierro los ojos de inmediato cuando una corriente viaja por mi cuerpo en el segundo que su piel se junta con la mía.

Se separa y acaricia con su pulgar mi mejilla.

Abro los ojos y estoy a punto de perder el aliento de nuevo con tan solo ver la intensidad en su mirada.

-Nos vemos-susurra y su aliento se mezcla con el mío.

El frio que entra por la puerta me da igual, incluso lo encuentro refrescante.

Asiento y salgo del coche.

Abro la puerta y hasta que no estoy dentro de mi edificio él no se va.

Pulso el botón del ascensor y toco mis labios mientras lo espero.

Pensar que hace unos días lo odiaba y ahora me besa con fuerza, me atrae así como un bendito imán.

Subo al elevador y presiono el botón de mi piso y empiezo a subir sintiendo tan leve esa clase de movimiento.

Las puertas vuelven a abrirse y mientras salgo saco las llaves de mi pequeño bolso y abro la puerta.

-Estoy en casa-anuncio y escucho unos pasos acercándose y mientras dejo mis cosas en la mesita de entrada.

Camino y me encuentro con el rostro de mi mejor amigo asomándose por la pared que separa la cocina de la entrada.

Tiene una pinta de curiosidad que no puede con ella.

-¿Qué demonios ha pasado?-me pregunta alzando los brazos y me da un abrazo fuerte.

Caminamos hacia la cocina y me siento en mi taburete habitual.

-No lo sé-susurro y me tomo la cabeza con la manos.

-Pues cuéntamelo-me alienta y yo asiento.

Y le cuento todo, no me salto ni una sola parte.

Cuando termino se queda en silencio, solo mirándome.

Como si intentara procesar todo y cuando lo hace no le gusta el resultado.

-¿Qué?-le digo con el ceño fruncido, él camina hacia el sartén encima de la estufa sin decir nada.

-¡Tayler!-le reclamo y me levanto de mi asiento y camino hacia él.

-¿Qué pasa?-pregunto cuando esto parada a su lado y él me mira pero no dice nada.

-No es una buena idea-murmura serio.

-En eso concordamos pero no me voy a privar de lo que siento solo por el miedo a caer, no puedo privarme por la suposición del futuro, no lo hemos hecho, aun cuando las cosas pintaban para ser un desastre-le digo y él me mira serio.

-No quiero que te haga daño, has sufrido lo necesario y no creo que merezcas un corazón roto, si crees de verdad que es un hombre honesto y es solo reservado, adelante, inténtalo pero quiero que sepas que tiene un misterio apabullante, no creo que te merezca-admite y yo lo miro con ternura.

Lo atraigo hacia mí abrazándolo con fuerza.

-Quiero hacer esto-admito y él me abraza con más fuerza.

-Que contradictoria situación-dice y yo asiento.

Una parte de mi sigue temiendo, temiendo a lo desconocido que es él, al misterio que tiene pero aún más a los sentimientos y sensaciones que despierta en mí, sean buenas o malas.

-Es honesto y he visto la maldad, sabes que es así, no la veo en sus ojos, noahora, parece atormentado pero es honesto, aun cuando no quiero que lo sea, aun cuando sus palabras se entre versan con fuerza-me separo de él y lo veo a los ojos.

-Estás loca, lo sabes, ¿verdad?-pregunta con una sonrisa y yo asiento.

-Pero no se quien está más loco de los dos-se ríe y yo con él.

Suspiro y me quedo pensando en sus palabras mientras camino a mi habitación.

Probablemente las más loca sea yo, solo falta ver en que me estoy metiendo para comprobarlo.

La verdad es que ni siquiera se en que me estoy metiendo, no sé nada y a la vez, se una cosa, quiero averiguar el misterio que es Dimitri Vosk aun cuando empiecen a surgir sentimientos contradictorios.

S/A

Los misterios son como el aire, entre más lo respiras, más lo necesita.

Y  descubrirlos....bueno, veamos que pasa.

Cambio y fuera.

ENTRE SANGRE Y TINTA (TERMINADA) √Where stories live. Discover now