CAPÍTULO 33

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The other side-Ruelle.
Por favor escuchen la canción,

El silencio que siguen a sus palabras es claro y solo se escuchan algunos ruidos que provienen del pasillo.

Es la primera vez que me dice eso, después de tantas cosas por las que he deseado escuchar eso, ahora lo dice.

Lo miro y él me mira con arrepentimiento, trago saliva con fuerza.

-No voy a hablar de eso- murmuro viendo el tejido de la cortina gruesa que cubre el ventanal.

Me he preguntado demasiadas veces como sería capaz de superar el dolor de los recuerdos.

Porque por más que quieras, los recuerdos tienen memoria de lo que sentiste, tienen memoria sensorial y mi corazón duele como si estuviera viviéndolo de nuevo.

Las cosas no resultan olvidarse tan fácil y los sentimientos, bueno...

Los sentimientos son más complejos, incluso cuando son buenos se pueden convertir en dolor, su volatilidad es un feroz y agresivo conocimiento.

Miro sus manos que están unidas encima de la mesa dejando sus codos fuera y sonrío al pensar en lo educado que es, sus hábitos son refinados y elegantes y puedo apostar que ni siquiera se da cuenta de ello.

-¿Cómo conociste a Tayler?

Mis ojos van a los suyos y veo un tono azulado grisáceo tranquilo, suave.

El alivio me recorre cuando cambia de tema con toda la intención de disipar la tensión que se formó a nuestro alrededor.

Lo miro y una sonrisa aparece al pensar en mi mejor amigo.

-En la escuela, él no es de aquí, es de Francia y no hablaba muy bien el inglés, o no lo hablaba en lo absoluto, un día lo vi sentado en una jardinera y me acerque-me rio al recordarlo-.No sabíamos cómo comunicarnos pero al final de alguna manera lo logramos, nos hicimos inseparables, es lo mejor que me pudo haber pasado.

La sonrisa enorme que tengo en la cara no se borra con nada, hasta que los malos recuerdos empiezan a empañar los buenos.

Entonces me doy cuenta de la facilidad con que se pueden manchar las cosas buenas.

-¿Fue idea suya venirse a vivir aquí?-pregunta y yo doy un sobro a mi agua y niego.

-No, siempre fui yo-todavía escucho las palabras de desaliento en mi cabeza.

La sensación de escapar me quiere abordar de nuevo pero la evito sacudiendo lo más sutil que puedo la cabeza.

-Siempre quise explorar el mundo, ser mi propio personaje, uno que se adentra en las aventuras y ve el mundo desde el pico de una montaña, una exploradora, una nómada-rio un poco y el anhelo del sueño penetra en mí con fuerza.

Lo miro y veo que su semblante tiene una pequeña sonrisa y me sorprende, me gusta.

Se le ve tan bien, que lo disfruto tanto como pueda.

Se ve tranquilo y esa sonrisa irradia luz, se ve tan guapo que podría cortar mi respiración con tanta facilidad que me asusta.

-¿Vives hace mucho aquí?-le pregunto sin desviar mi mirada, sin quererme perder aquel preciado momento que me otorga.

Él asiente y toma su copa entre los dedos pero no bebe de ella, solo la admira.

-Desde que era un niño-dice pero en su voz no es de felicidad o de orgullo por este lugar.

Simplemente lo dice como si fuera el clima del día.

Asiento y veo la habitación con interés.

ENTRE SANGRE Y TINTA (TERMINADA) √Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu