Capítulo 36.

374 29 2
                                    

"Tres"

Liam.

Por un segundo creí que estaba alucinando, que mi estúpida cabeza con fallos distorsionaba la realidad y la moldeaba a su antojo.

Pero esto era malditamente real joder... era... era real.

Mi hermana y Logan se estaban besando, frente a mis ojos ¡dios! ¡¿Qué mierda estaba mal con el jodido mundo?!

En toda mi vida. En cada maldita clase de la Señorita Martínez en la que hablaba de hechos sucedidos con anterioridad acudidos a la mente bajo secuencia de imágenes de un momento a otro, siempre pensé que se había fumado un porro.

Y como ella misma Señora toca-pelotas dijo sucedió.

Me quede paralizado viendo la escena y al mismo tiempo no, porque por mis ojos un sinfín de imágenes y recuerdos recolectados que ni siquiera yo sabía que mi retorcida cabeza guardaba pasaban frente a mis ojos.

Como un maldito flashback.

Uno a uno fue pasando, desde las miradas significativas, la complicidad y los sucesos extraños que fui viendo durante estos meses me golpearon.

Recordé a mi hermana demasiado cerca de Logan. La mirada de mi amigo dirigida hacia ella de las que ningún hermano le daría su hermana, o alguien que viera como una.

El día que los vi tomados de la mano.

Cuando nos visitó Ángela y la maldita sobreprotección de Logan ante la idea de mi hermana saliendo con Tyson. Joder, estuvo frente a mis ojos todo este tiempo y nunca lo vi.

Nunca me permití pensarlo dos veces por qué creía que Logan veía a mi hermana como si fuera la suya propia.

Una ira mesclada con desconcierto y ganas de matarlo se instaló en mi cuerpo, pasando por cada vena, cada musculo y terminación nerviosa recorriendo cada recóndito de mí. Me ardía todo, los sentidos los tenia aturdidos como si tan solo ver aquella imagen frente a mis ojos me desconectara del cable del autocontrol.

Me cegué. Ante todo.

Llegue tan rápido que no quedo ni un rastro de luz prístina de mí en el camino. Abrí la boca para pronunciar palabra pero de esta solo pude emitir un tosco y seco carraspeo.

Sus labios se movían juntos. Al momento de escucharme se separaron.

El terror en el rostro de mi hermana se hizo presente cuando me vio parado allí. Y no debí tener buena cara puesto que se alejó un paso lejos de Logan.

Entonces me volví hacia él. Al grandísimo hijo de puta que se estaba follando a mi hermana.

Por qué si en algo era bueno Logan Weisser, era en ser un hijo de puta con las mujeres y solo usarlas para el sexo. Algunas cosas nunca cambian, menos en un transcurso de meses.

Casi quise que ninguna escena sexual se instalara en mi cabeza, por qué si lo hacía, las cosas podían acabar muy mal.

Lo intente, intente darle espacio a mi hermana.

Pero Logan... él era otra cosa.

Los ojos me escocían de lágrimas de ira.

La decepción, el desconcierto y el temor se me instalo en el pecho como si de una pegatina se tratase.

Si creo lo que estoy pensando, ambos son unos putos mentirosos.

—Logan, deberíamos ir a hablar fuera —ni siquiera puedo mirar a mi hermana. Parecía que ella siempre me ocultaba cosas. — me lo debes.

Sedúceme como quieras #2 ©Where stories live. Discover now