Capítulo 29.

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"A veces es mejor recuperar fuerzas para coger impulso"

Todo lo que nunca fuimos.

Reconciliación.

Ainhoa.

Nunca había pasado tantas horas con el vientre duro y nervioso como lo está hoy, ojeo a Liam junto a mí metiendo su ordenador en mi bolso de mano y quitándose los audífonos.

—Atención pasajeros, el piloto les pide que salga en orden hacia la salida que se les indico. Ya hecho esto les pide que disfruten su estadía en La Gran Manzana, muy buen día.

Nuestra fila es la primera que tiene que desembarcar, Liam se levanta entrelazando nuestras manos, lo detengo antes de que dé un paso más y lo empujo devuelta al asiento.

—¿Estas nervioso? Si estas nervioso no te preocupes, podemos comprar un boleto de vuelta a casa.

Sonríe de lado mirándome como si me fuera a salir una segunda cabeza.

—No estoy nervioso, pero al parecer tu si lo estas.

Niego con la cabeza mordiéndome el labio. No sé por qué me esfuerzo en hacer parecer que no estoy nerviosa cuando él es quien más me conoce.

—Venga ¿Qué puede ser tan horrible como conocer a los progenitores de semejante preciosura? Vamos antes de que cierren las puertas –manda tirando de mí, me dejo guiar por el con los nervios a flote, creo que más fuertes que todas las horas de vuelo.

Es obvio que Liam no sabe lo que le espera una vez crucemos el umbral, pero yo sí, sé que probablemente se enfade con lo que encuentre y tendré que explicárselo todo. Conozco a Liam lo suficiente como para saber que se decepcionara por no haberle compartido algo tan presente en mi vida.

**


—Cuéntame otra vez como Logan mando de patitas a la calle a Cloe, necesito una dosis de burla con mi novio.

Me sonríe por encime del hombro mientras no suelta mi mano en ningún momento. Va por la parte en la que Logan le hizo las maletas a Cloe y la corrió de su casa en el mismo instante en que Adair la encontró con las manos en la masa.

¿Qué carajos le pasa a esa chica? Lo que más lamento de todo esto es lo que Lexie me comento por teléfono la noche antes de nuestro viaje.

Logan hizo muy mal en no creerle. ¡Lexie nunca mentiría con algo así! ¿Cómo no confía en su palabra?

Liam sacude mi mano y yo muevo la cabeza, ni siquiera me había dado cuenta que estaba absorta en insultar a mi amigo que no vi cuando el tren llego a la estación. Para nuestra mala suerte el vagón está lleno por completo.

Solo había dos asientos vacíos, ambos frente a frente en medio de otras personas. No había forma de sentarnos juntos.

Liam y yo nos miramos con tristeza, decidimos sentarnos igualmente.

Yo estaba al lado de una señora dormida y unas colegialas que miraban mucho a mi novio como para poder recostarme en el asiento y dormitar unos minutos, Liam era muy coqueto cuando quería y hasta ahora él no sabía lo celosa que yo podía ser.

Liam estaba sentado al lado de un señor regordete y una mujer con un bebe en sus piernas.

Estuve tan pendiente en la conversación de las colegialas que no me percate que él bebe miraba con admiración a Liam, este con sus mejillas regordetas y sonrojadas, la mano en un puño y la boca abierta ni siquiera pestañeaba, solo se limitaba a observarlo, y Liam a él.

Sedúceme como quieras #2 ©Where stories live. Discover now