Capítulo 9¡No somos mates!

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Alpha Ored

Lo había hecho, había roto su corazón en mil pedazos y me odiaba profundamente por eso, pero no había tenido otra opción más que convertirme en un vil malnacido.

Eric también aullaba de tristeza, los dos nos habíamos impregnado de la candidez de su alma, de la luz que reflejaba su mirada y de la hermosura que irradiaba su tierna sonrisa.

Había decidido cometer el acto más ilógico y emocionante de toda mi vida, terminaría con mi mate y sería feliz con ella.

Me sentía profundamente mal por Ava, pero ella tampoco era feliz, lo sentía, ella notaba mi distanciamiento por más que intentara demostrar lo contrario, de hecho a pesar de tener ya un año juntos aún no habíamos pensado en el matrimonio.

Con la idea firme en mi cabeza de sincerarme con ella y contarle todo entré a nuestra habitación, rayos estaba como un cachorro desesperado,había intentado ignorar mis sentimientos pero ya no podía además Eric también estaba de acuerdo conmigo, sabía que era lo más extraño del mundo pero ya estaba decidido a dejar la razón por unos minutos y pensar con el corazón después de todo yo también merecía ser feliz.

Pero justo en el momento exacto en que había entrado en nuestra habitación Ava me había recibido con la más cálida de las sonrisas y con las mejillas cubiertas de rubor me había dicho que tendríamos un cachorro.

En ese momento miles de reacciones pasaron por mi rostro y sentí que de pronto la tierra ya no era capaz de sostenerse.

Ava interpretó mi estado como normal y producto de la emoción. Me abrazó mientras susurraba lo felices que seríamos con la llegada de nuestro cachorro.

Esa noche no pude dormir ni probar bocado, ¿ahora que haría?, no podría abandonarlos, jamás haría algo similar pensé mientras me sentía el ser más miserable y egoísta del mundo porque estaba feliz por la llegada de mi cachorro pero el inmenso dolor que sentía me embargaba con creces.

Días después no sabía cómo le diría todo a Nathali hasta que hablé con Alex y él me aconsejó que desilusionara a Nathali sin decirle lo del cachorro, según él si le decía el verdadero motivo por el cual seguiría con Ava guardaría una esperanza y seguiría intentando que lo nuestro funcionara por eso hice lo nunca deseé hacer, le pedí matrimonio a mi mate en frente de ella, de su mirada llena de dolor sintiéndome el ser más miserable de todos, pero no podía haber hecho otra cosa.

Todos estaban felices con mi inminente boda, todos menos yo, ¿por qué madre luna, por qué debía tener a una loba como mate y estar perdidamente enamorado de otra?

Ya no había lágrima alguna en mis ojos, ya no, había derramado todas las que tenía y sentía como mi alma también se había secado junto con mis lágrimas.

Mis padres me observaban visiblemente asustados como si de repente fuera a cometer alguna locura, ¡ya cometí la locura más estúpida al enamorarme de él!, quise decirles pero de mis labios no salió palabra alguna, no sentía mis fuerzas de hecho estaba segura de que no me quedaba ninguna.

Cuando llegamos a casa corrí apresuradamente a mi habitación tan velozmente como nunca antes lo había hecho y empecé a guardar toda mi ropa en una maleta en cuanto el sol saliera al día siguiente me marcharía de la manada no podría soportar un segundo más.

Mis padres al verme me preguntaron que hacía pero no obtuvieron respuesta, no obstante mi padre añadió:

-¡Esta bien princesa nos iremos todos juntos!, dijo con la voz teñida de la emoción mientras mi madre era todo un mar de lágrimas. Los miré por breves segundos y les dije:

_¡No, yo me iré sola!, mi padre intentó decir algo pero no fue buena idea, porque de repente y sin darme cuenta les estaba gritando:

_ ¡Me iré y no podrán evitarlo y no me importa que me castiguen! ¿Y saben por que?,¡ya estoy siendo terriblemente castigada!, lo dije con tanta rabia y dolor, que mi padre hizo lo que jamás lo había visto hacer ni pensé que haría: llorar como un niño, ante sus lágrimas algo se removió dentro de mí y la voz de mi conciencia me dijo que ellos no tenían la culpa de lo que estaba sintiendo,así que con una tranquilidad que para nada sentía les dije tomando sus manos y mirándolos a los ojos:

_¡Por favor necesito hacer esto sola!,¡Por favor déjenme ir....luego decidiremos y por favor papá, dije esto con la voz entrecortada por los sollozos, no dejes que....esto...bueno yo sé lo importante que es para ti ser beta, intentó responderme pero les pedí amablemente que me dejaran en la soledad de mi habitación.

Mañana sería otro día, me iría de la manada con mi madrina al mundo de los humanos, todo estaría bien, me olvidaría de todo y sería muy feliz, me repetía mentalmente mientras en un arranque de desquite y liberación arrojaba todo al piso de mi habitación volviendo dicho ambiente en un completo caos.

Cespedes

Lo había hecho otra vez, había fallado como padre, otro imbécil había humillado y herido a mi otra cachorra. Lo peor de todo es que yo había contribuido a todo pese a todo lo que había sucedido con Meg, pero Venus me había aconsejado que no cometieramos los mismos errores del pasado.

No me había gustado nada cuando lo había encontrado a hurtillas en el cuarto de Nathali y menos cuando había confesado su gran "amor" pero había visto sinceridad en sus ojos y mi cachorra parecía tan feliz que había terminado aceptando, pero el muy canalla nos había engañado muy bien a todos.

Cuando había visto la incredulidad total y el intenso dolor en los ojos de mi cachorra en el instante en que el muy maldito le había pedido matrimonio a su mate me había sentido el peor padre del mundo, de hecho no lo había matado porque Venus me lo había suplicado por nuestro enlace mental y porque cualquier escándalo aumentaría el dolor de mi cachorra. Pero mañana le rompería hasta el alma de su lobo y por supuesto dejaría de ser su beta.

Al día siguiente

Ava

Estaba en el despacho de Ored buscando un libro que había dejado olvidado pero al tomarlo en mis manos este se me cayó así que me agache para tomarlo, y fue en ese justo en ese momento cuando ella ...entró y empezó hablar consigo misma, no podía creer lo que mis oídos acababan de escuchar, todo. .. había sido un vil engaño, ella....lo había planeado todo, por eso sentía a Ored distante, por eso no era plenamente feliz y lo peor de todo mi bebé no era real, todo era producto de un maléfico hechizo, Ored y yo... no éramos mates.

Seguí escuchando atentamente el soliloquio de esa maldita, gruesas lágrimas bajaron por mi rostro al comprobar tanta maldad, dejé mi familia, todo por seguir a Ored y resulta que no era mi mate, pero ella pagaría todo con creces pronto la desenmascaría y tendría el inmenso placer de ver su castigo.

Ella estaba a punto de salir cuando mi teléfono celular sonó, rayos que mala suerte pensé mientras mi corazón martillaba en mi garganta y ella dirigía su mirada sorpresiva hacía mí. Lo que sucedió a continuación fue tan rápido que no me di cuenta hasta que fue demasiado tarde.

Pensé en gritar pero el miedo me paralizó mientras ella usaba todo mi terror a su favor y sacaba de su bolso una pistola con balas de plata, al ver claramente lo que pretendía hacer logré que un fuerte grito saliera de mis labios pero ya era demasiado tarde, sentí como dos balas de plata eran disparadas directamente en mi corazón.

Caí en automático, sentí como un fuerte dolor el más intenso que había sentido inundaba por completo todos mis sentidos y mis párpados amenazaban con cerrarse.

De repente todos estaban en el despacho incluyendo a Ored que me miraba impactado, asustado mientras su madre mandaba a buscar el doctor urgentemente, sólo que ya era demasiado tarde, lo sentía, moriría irremediablemente pero antes debía decirle que no éramos mates y advertirle sobre ella. Así que con un sobrenatural esfuerzo tomé sus manos y con la voz entrecortada por el dolor le dije:

_No-s-o-mos mat-es, nos he-chi-zaron, e-lla-es- ma-l-a, es.., pero no tuve tiempo de decirle nada más, mis párpados ya se habían cerrado y el intenso dolor que dominaba cada fibra de mi ser había desaparecido instantáneamente y luego ya no.... sentía nada, entonces lo supe había muerto sin desenmascararla sin decirle a Ored toda la verdad.

Causa y EfectoWhere stories live. Discover now