Izuku Midoriya, no podía ser un héroe. Pero a pesar de esto, pronto se da cuenta de que es un imán para los problemas, particularmente los problemas relacionados con los niños. Hay muchos niños en la ciudad con peculiaridades que les causan problema...
Kyodon: Hola chicos, lo siento, me tomó tanto tiempo hacer este capítulo. Las cosas han sido ... difíciles aquí, así que me tomó un tiempo.
También un poco de fatiga de este fic. Quiero decir, me encanta este fic y es fácil de escribir, pero también he hecho casi 60 capítulos de este, así que ya sabes, necesitaba algo de tiempo.
De todos modos, no perdamos más tiempo y sigamos con el capítulo.
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Kiba estaba una vez más. Sentada en su habitación, viendo la tele
En este punto, ella ni siquiera estaba mirando, solo mirando fijamente a la pantalla.
"¡ROARRRRR!"
De repente, Kiba escuchó el sonido familiar de Kai gritando y sintió que su habitación temblaba un poco.
Kiba vio algo fuera de su ventana, por el rabillo del ojo, y rápidamente corrió a mirarlo.
Afuera había una batalla fantástica entre Kai, Ochaco, Junken y Nara.
Junken estaba en su forma de Insectoide, disparando suciedad a los ojos de Kai, mientras que Nara congeló sus pies en el suelo como Articguana, y Ochaco siguió golpeándolo con un gran árbol que ella había agarrado.
Pero Kai estaba atravesando todo, agitándose, tratando de golpear a sus oponentes con la cabeza y los pies.
No le tomó mucho tiempo recordar sus propias batallas con Kai e imaginarse a sí misma luchando junto a ellos. ¡O mejor! ¡Quizás podría estar luchando junto a Kai contra sus atacantes! ¡Guiándolo en la batalla!
Kiba cerró los ojos y negó con la cabeza, tratando (y fallando) de sacar ese pensamiento de su cabeza. 'No. Probablemente me caería y me estrellaría contra la casa. Incluso podría lastimar a alguien.'
Tan rápido como llegó la batalla, se fue. Con Kai volando, en algún lugar fuera de la vista, con Ken recogiendo a Ochaco y Nara y volando tras él.
Una vez que todos se fueron, Kiba apretó el puño y contuvo un grito de frustración.
Rápidamente corrió hacia su cama y gritó contra su almohada.
No importa cuánto lo intentó, ¡no pudo sofocar la sensación de querer salir y unirse a ellos! ¡Parecía mucho más divertido que quedarse atrapado aquí!
'Debería olvidarme de eso.' Kiba se dijo a sí misma, mientras se lastimaba en su cama.
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No mucho más, Kiba escuchó algo más fuera de su ventana.
"¡TA-DA!" Escuchó otra voz fuera de su ventana.
Por curiosidad, Kiba se acercó una vez más a la ventana y vio a Shiruku, Eri y Kei.
Eri estaba vestida con un vestido rojo manzana, que era un poco más elegante que cualquier otra cosa que ella usaría normalmente, luciendo más como algo que encajaría con el atuendo de Kiba. Claramente estaba avergonzada por eso, ya que incluso desde allí Kiba podía ver que la cara de Eri era tan roja como su vestido.
