Capítulo 9

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—San, puedes solamente curarlo–. Dijo MinHo un poco desesperado por tantas preguntas que le hacía su amigo.

El rizado lo miro —Escucha Know, sé que esto de ser el terrorista más grande de la historia se convirtió en tu sueño, ¿pero torturar a Han JiSung? Es otro nivel de estupidez.

—¡Maldita sea! Solo te pido que lo cures, después me desharé de él.

San rodó los ojos y suspiro.

—Está bien, iré a curarlo.

— Gracias amigo.

— Te voy a decir algo, si Han sale de aquí con vida lo primero que hará es atacar junto con toda la CIA, ¿y sabes que pasará? estarás muerto amigo.

MinHo asintió, tenía muy en claro lo que su amigo decía, dejar ir a JiSung traería muchos problemas, con ChangBin no había tanto problema puesto que ellos se encontraban en otro lado.

—Señor Lee.

—¿Qué quieres New?

—El señor Wang lo está esperando.

MinHo asintió e hizo una seña para que New se retirara. Suspiró pesadamente, las cosas comenzaban a ponerse mal, Jackson había llegado más rápido de lo que creía, y era algo extraño que lo estuviera visitando a las 3:40 de la madrugada.

—El famosísimo Lee Know, que honor volver a verte.

—Lo sé, no todos los días tienen el honor de verme las basuras.

Jackson río — Me gustaría quedarme más tiempo para ofenderte, pero a diferencia de ti, yo vine a hacer mi trabajo.

—¿Qué es lo que quieres?

—No te quito mucho tiempo, sé que tu tiempo es oro –. Dijo tomando de jalón el trago que Know le había tendido. —Las cargas están completas.

—¿Qué?

—Cómo lo escuchas, los 500 mil kilos de cocaína están listos, solo necesitamos de tu apoyo para empezar a trasladarlos a Colombia.

—Creí que la mercancía iba hacía México.

—No seas idiota, es mucho riesgo para nosotros.

—De acuerdo, mañana mismo mando a mis hombres para que aborden la cocaína al tren.

—¿Piensas usar el tren?

—¿Eres estúpido o qué? Hablo del acuático.

Jackson rio fuertemente —Es cierto, se me olvidaba que un terrorista como tu hace magia por todos lados.

—Como sea, mañana mismo estaremos ahí.

—Está bien, contamos contigo.

Una vez que Jackson se fue, HyunJin apareció de repente por aquella aula.

—¡Idiota! Me asusté.

—Min, ¿por qué Jackson vino hasta aquí?

—Negocios.

—Negocios mi culo, ¿vas a ayudarlo a transportar esa mierdas verdad?

Know no dijo nada —¡Genial! Know, estás en el territorio equivocado.

—San, se te olvida algo, estás hablando con el terrorista más grande de toda Asía, hago magia sin si quiera tronar los dedos.

—Agh, como sea, JiSung ya está curado y por cierto, te está buscando.

—Él está bien, ¿verdad?

—Sí, pero la herida es muy fuerte, le inyecte un suero y el dolor calmara en unas horas, solo debes cuidarlo y listo.

—¿Cuidarlo?

—Sí, y después matarlo.

—San... No haré eso.

—Pero claro que no lo harás, sé que eres pendejo pero tu corazón no.

Know sonrió levemente, despidió a San y de ahí camino a su habitación, donde se supone estaba JiSung, al llegar toco la puerta y una pequeña y delicada voz le dijo que entrará, respiró profundamente y entró.

Su mirada se posó rápidamente en JiSung, quien estaba hecho bolita en el sofá, con la mirada escondida entre sus brazos.

—¿Quieres algo?

—¿Tu no duermes?

Know soltó una risita —Soy un hombre muy ocupado, no tengo tiempo para dormir.

—¿Ocupado matando gente?

El mayor borro su sonrisa, y avergonzado dijo —Sí, en eso.

—¿O transportando droga?

Know lo miró sorprendido, ¿cómo sabía el de eso? San no le pudo haber dicho.

—¿Cómo sabes de eso?

—¿Qué importa cómo se dé eso? ¿Por qué carajos haces todo esto?

—Porque sí, es mi deber.

—Antes no era tu deber, o ¿acaso no te gustaba la vida que tenías conmigo?

El mayor apartó la mirada de JiSung, los ojos del menor comenzaron a ponerse brilantes por las lágrimas.

—No. Conocerte fue un error.

¿Qué?

—No hablas enserio.

—Sí, habló muy enserio, si nunca te hubiera conocido en estos momentos no estarías aquí.

—Pero MinHo, eras feliz...

—No lo era, fue solo una pérdida de tiempo, siempre lo fue, por eso te deje sin decir nada.

JiSung soltó las lágrimas que hace solo unos segundos se habían formado en sus ojos. No era posible que lo estuviera pisoteando más.

—Yoo..

—¡Mierda, JiSung! No te amo, ni te amé, fue todo un error, un estúpido error, mañana mismo te irás de aquí.

—¿De qué hablas?

—No te puedo dejar con vida, si ya sabes dónde está mi base de fuerza.

—¡¿Qué?!— Dijo el menor con una mirada llena de súplica —¿En serio harás esto? ¡¿MinHo, estas escuchándote?!

—¡Claro que sí! ¡lo que te estoy diciendo es verdad! Mierda JiSung, si tan solo jamás nos hubiéramos conocido, tu no estarías ahí con un herida en tu pierna. ¡Estarías siendo feliz con alguien más!

—No me importa ser feliz contigo.

—¡No hay felicidad conmigo!

JiSung tragó duro, pasó un de sus manos por sus ojos para tallarlos y quitar el rastro de lágrimas. Tal vez MinHo tenía razón.

—P-pero tu... No eres un monstruo, eres humano MinHo.

—Incluso cuando me hubiera quedado contigo... lo nuestro no habría terminado bien.

JiSung no lo soportó más, se levantó de aquella cama y caminó hasta estar cerca del mayor. Con un poco de duda, alzó una de sus manos queriendo tocar su rostro, sin embargo, la mano del mayor lo alejó rápidamente.

—Lo siento, pero no puedes seguir aquí.

—M-Min...

—No llames mi nombre. Es un error, no puedo dejarte con vida.

JiSung palideció, Know abandonó aquella habitación y dejo al menor con un sentimiento feo en el pecho y con unas inmensas ganas de llorar.

No podía ser, el amor de su vida lo iba a matar.

Archivo 12-B: El Caso de Lee KnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora