20. La caída del sol

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Cuando los hermanos de loto terminaron de impartir justicia se reunieron con Lan Wangji y juntos partieron rumbo a Qishan para continuar con el asedio a Wen Rohuan. Llegaron pasado medio día al campamento en donde Xichen y Nie Mingjue ya los esperaban. Apenas habían terminado de intercambiar saludos cuando pudieron ver a una joven corriendo en dirección hacia ellos —A-Xian— Jiang Yanli apenas supo que su hermano había arribado y ella se dirigió a buscarlo. En cuanto los hermanos se vieron se abrazaron felices de estar nuevamente juntos.

—A-Xian, ¿Estás bien? ¿te lastimaron? ¿Estás herido? — con sus manos acarició el rostro del omega.

—Estoy bien Shijie, logré escaparme de mis captores. Estuve muy preocupado por ti y mi rabanito, no me alcanzará la vida para agradecerte que lo hayas salvado—

—A-Xian, fuiste tú quien nos salvó—

—Solo logré ganar un poco de tiempo para que huyeras—

—En cuanto los perdí de vista salté a tierra con todo y canoa, por fortuna era pequeña y pude arrastrarla y esconderla entre la maleza—

—Sabía que mi Shijie burlaría a esos tontos—

—A-Li ¿Qué haces aquí? ¿Por qué saliste de la seguridad de los muros del Reino Impuro? — interrumpió Jiang Cheng preocupado por la seguridad de su hermana.

—Permíteme responder a tu pregunta— intervino el líder Nie —Me avergüenza informarles que algunos de mis hombres fueron reclutados por los perros Wen y abrieron una de las puertas laterales del muro para que estos pasaran, por fortuna nos dimos cuenta a tiempo y logramos repeler el ataque y apresar a los traidores—

—Así es, aunque en ningún momento corrí peligro gracias a la protección del líder Nie, me sentí más segura acompañándolo al campamento que quedándome bajo el cuidado de sus hombres— continuó la joven.

—Señorita Jiang ¿Dónde está A-Yuan? — Preguntó Lan Zhan preocupado por su hijo.

—Ahora está durmiendo así que lo dejé con el maestro Lan Qiren—

—Gracias señorita Jiang—

— ¿Dónde está? — Los ojos de Wei Ying se humedecieron y su corazón empezó a palpitar al saber que su pequeño cachorro estaba cerca.

—Vamos— Yanli tomó su mano y lo jaló en dirección a una de las carpas, a su vez el omega tomó la mano de su esposo para que lo acompañara a ver a su cachorro.

Llegaron a la tienda y el pequeño ya se encontraba despierto en los brazos de su tío abuelo, en cuanto A-Yuan se percató de la presencia de su madre lo miró fijamente como si tratara de dilucidar si se trataba de la persona correcta.

—Mi dulce rabanito— Wei Ying llamó a su bebé quien al escuchar su voz empezó a lanzar sus bracitos en su dirección pataleando feliz. Después del reencuentro, la pequeña familia fue dejada sola —Realmente pensé que nunca volvería a verlos— colmó de besos la cabecita del cachorro y finalizó con un beso en los labios de su esposo.

—Te estábamos esperando—

—Solo tuve fuerzas de regresar para estar con ustedes— los tres se acostaron en la pequeña e improvisada cama tratando de prolongar su momento mientras afuera la tensión de la guerra se hacía presente.



— ¡Joven maestro Lan! ¡Segundo hermano Lan! ¡Hanguang-jun! — gritó un cultivador de Gusu —Por favor, vaya rápido, el joven maestro Wei tiene problemas— Al escuchar el nombre de su omega, Lan Wangji se dirigió en la dirección indicada. Cuando llegó a la zona donde se alojaban los pocos cultivadores Jin que se habían unido a la guerra se encontró con una desagradable escena protagonizada por su esposo y Jin Zixuan, este último lucía un corte en su labio.

Destello AzulNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ