—¿Debo conocerte para decir que estás actuando como un niño terco justo ahora?
—¡He dejado de ser un niño hace mucho tiempo!
—No lo dudo pero eso no te quita lo terco.
Silencio. Fue la única respuesta que obtuviste. Era complicado lograr entablar un punto de vista con una persona como lo era Edward. Terco y determinado, eran los adjetivos que podían describirlo con firmeza. Aunque, esa era la cara que había estado obligado a mostrar al mundo. Ahora, el chico que estaba entre tus brazos, era complemente diferente. Sus brazos ya estabas aferrados a tu cuerpo, y aún cuando tembló, su agarre jamás flaqueo. Su cara estaba oculta en la curvatura de tu cuello. Su respirar te hacía cosquillas, pero decidiste mantener tus comentarios dentro de tu cabeza.
—¿Por qué te preocupas por mi?
—Capturaste mi atención.
—¿Solo por ser "diferente"?
—Solo por ser tú.
Tampoco eras hipócrita. No ibas a negarte que lo primero que llamó tu atención era su cabello rubio y partes mecánicas en su cuerpo. Por supuesto, al tratar con su personalidad, resultaba imposible no quedar enganchada. Era una persona que dejaba en claro sus ideales y pensamientos, si tenía una idea dentro de sí, no la dejaría escapar hasta llevarla a cabo. Esa determinación era lo que había conseguido atraerte hacia él. Ese fuego en su mirada, te había dejado sin palabras la primera vez.
—Tengo mucho que hacer.
—Recuperar tus extremidades y el cuerpo de tu hermano.
—¿¡C-Cómo...!?
—No eres el único Elric con quien he charlado.
Alphonse era un excelente compañero con el cual platicar a la hora de trabajar. Él fue quien te había contado parte de su historia familiar. Había confiado en ti, porque esa expresión llena de sentimiento con la que te miraba Edward, era correspondida de la misma manera por ti. Alphonse se había dado cuenta de ello, por eso, había confiado ciegamente en ti. Abrazaste más a Edward y le diste un par de palmadas en la cabeza. Solo era una pequeña distracción para ti misma, para no estar nerviosa por el siguiente tema a sacar.
—Oye, se que te irás en un par de días.
—Tengo que continuar mi camino.
—¿Puedo seguir pasando el tiempo contigo? Porque sabes, me gustas.
—¿¡G-Gustar!?
—Sí, me gustas Edward.
Debido al abrazo, te resultaba imposible observar el fuerte color rojizo que había estallado en su rostro. Jamás en su vida, una chica se le había confesado y mucho menos de una manera tan directa como la tuya. Acciones como estas es que consideraba mucho más difícil la idea de irse del pueblo. Estar contigo este par de días era como encontrar un refugio donde podía ser el mismo. Olvidar todo el estrés y preocupaciones. Dejar todo de lado y disfrutar lo que eran ahora. Un pequeño placebo en sus vidas.
Por tu parte, ese "gustar" no solamente se refería en el sentido romántico, iba más allá, un gusto espiritual. Sí, era un complemento que atrapaba tu alma con completa libertad, era un destino imposible de evitar.
—Como tú quieras, no me molesta.
—Otra cosa.
—¿Sí? ¿Qué sucede?
—¿Volverás a visitarme cuando hayas conseguido cumplir este objetivo?
La bomba había sido soltada. Aún cuando el timbre de voz no tembló ni tampoco tu cuerpo, la mente estaba a mil por hora dentro. Entendías que su principal objetivo era regresar la vida que habían perdido debido a la alquimia, inclusive sentías que tu petición podía resultar algo egoísta, pero a pesar de ello, buscabas una afirmativa. Una esperanza a la cual aferrarte una vez su partida haya sido realizada. O al contrario, el cierre de un capítulo que pudo haber sido un final feliz.
Edward era consciente de todo lo que conformaba su vida actual. Los pecados capitales, su vida era un caos ahora. Vivir era un regalo que la muerte podía arrebatarle en cualquier momento. No quería atarte. Dejarte vivir y formar una familia. Ese pensamiento sabía amargo.
—Prometo volver por ti.
—¿Juramento?
—Intercambio equivalente.
—¿Debo darte algo?
—Prometo darte la mitad de mi vida así que...
—Yo debo dar la mitad de mi vida ahora, entiendo.
Era una extraña manera de responderte, pero eso mismo es lo que te atraía de él. Esa forma tan elocuente de responder a la más mínima pregunta por parte tuya. Por supuesto, no esperabas que esa contestación la hiciera frente tuyo observándote directamente. Su rostro colorado y más serio de lo que debería. Eran facetas que ibas descubriendo. Tuviste que cerrar tu ojo derecho al sentir sus labios sobre la zona. Besando el puente de tu nariz y parte del ojo. Era su forma de firmar esa promesa. Cerraste tus ojos, disfrutando de las sensaciones que nacían dentro de tu cuerpo. Había conseguido comprar tu lealtad con esa acción.
Esperarías a que tu tiempo junto a él llegase libremente.
💞 -/ >u< -/ 💞
¡Ah! Iba subirlo ayer pero tenía sueño, y como tengo que hacer una actividad de la uni ahorita pues aproveche(? xD
¡Gracias por leer! Edward se los agradece también(????
¡Bonita semana!❤️✨
-Derechos a @Clivenzu por el artwork-💕✨
YOU ARE READING
💕Random💕
Fanfiction⭕️Las historias no tienen continuidad. ⭕️Los personajes son aleatorios y no son de una misma serie/anime/película/etc. ⭕️Es lectora y personaje masculino, pero uno que otro es con chica🤙🏻 ✨💕Derechos al artista del artwork utilizado💕✨
Tiempo - • Edward Elric • -
Start from the beginning
