CAPITULO 29:

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-Me alegra saber que esta a salvo, Arthur- mencioné mientras me sentaba al costado de Harry

-Todo se debe al señor Potter, ya que sin él probablemente no hubiera sobrevivido- soltó una sonrisa llena de genuina gratitud-. Un brindis por él

Todos los presentes alzaron sus copas, los menores teníamos jugo de calabaza, mientras que los adultos tenían una especie de whisky fuego.

-Salud- Sirius había aparecido por la puerta de entrada, alzando su copa entre sus manos con una sonrisa orgullosa

-¡Sirius!- Harry se apresuro hacia él con prisa para finalmente abrazarlo

-¿Cómo estás?- pregunto él correspondiendo el abrazo con cariño

Mi mirada se posó en ellos, y pude suspirar aliviada, Harry era feliz y por ese instante fue lo único que me importó. De pronto la mirada de Sirius se posó en mi

-Ven aquí ______- me llamo extendiendo sus brazos y sacándome de mis pensamientos.

Me puse de pie y me aproxime a él con calma y una sonrisa en mi rostro.

-Sirius- musite en cuanto lo rodee con los brazos. Por alguna razón abrazar a Sirius me causaba una sensación de inquietud, como si no estuviera a salvo del todo a su lado.

—¿Sucede algo, querida?— cuestionó separandose de mi y dándome una sutil mirada directa

Lo mire detenidamente, sus ojos me parecían tan familiares, como si fueran el reflejo de un deceso.

—No... no pasa nada, Sirius— respondí intentando despojar esos vagos pensamientos—. Iré al baño, regreso en un momento

—Adelante.

Mientras subía las escaleras no dejaba de pensar en él, en Tom, el recuerdo de sus ojos me acosaba a cada momento, casi parecía una maldición. Al entrar al baño coloque el seguro y me apresuré a mojar mi cara.

-¡Sal de mi maldita cabeza!— grité en cuanto me mire al espejo, casi podía jurar verlo parado a mi costado con una de sus manos posadas sobre mi hombro.

Pronto me dirigí hacia el comedor con la mente despejada y el ritmo de mi corazón controlado; Molly se encontraba ahí y me dio aviso que todos estaban apunto de marcharse a la estación del tren. Salí rumbo al vestíbulo buscando a los chicos y pude divisar a mi hermano y padrino dentro de una habitación al costado de las escaleras, por lo que me dirigí hacia ahí.

-Adiós Sirius- Harry se despedía de él hombre

-Cuidate mucho- le respondió este dándole palmadas en la espalda de manera reconfortante

En cuanto ambos se percataron de mi presencia, Harry salió para darme paso para despedirme

–Es un peculiar lugar— mencioné mirando alrededor de la habitación

-Árbol genealógico- asintió él, para luego señalar a un solo lugar que estaba quemado—. Aquí me encontraba yo...

—Te han borrado— susurre levantando la mirada con pena por él

—Lo hicieron, sin pensar que ganaría una mejor familia— comento con una sonrisa nostálgica— ustedes, sus padres, han sido una gran recompensa

—Lo sé— solté involuntariamente de manera vaga

-¿Te preocupa algo en particular?

Si, y antes de poder meditar lo que diría las palabras salían de mi boca como un poema.

-Sirius, ¿enamorarse esta mal?- mi pregunta era seria, por supuesto

-No, no lo es- respondio con una risa sutil- el amor es indescriptible pero créeme también es hermoso

•𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐇𝐄𝐈𝐑•~ 𝑻𝑶𝑴 𝑹𝑰𝑫𝑫𝑳𝑬Where stories live. Discover now