•𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐇𝐄𝐈𝐑•~ 𝑻𝑶𝑴 𝑹𝑰𝑫𝑫𝑳𝑬

CAPITULO 20:

Habíamos caido fuertemente al suelo, el cual sentí húmedo al contacto, era desagradable.
Poniéndome de pie y mirando a mi alrededor caí en cuenta que llegamos a un cementerio, cosa que no me daba buena espina.

-¿En donde rayos estamos?- pregunté mirando a todos lados buscando indicio de algo—. ¿Otra prueba quizás?

Mi corazón estaba acelerado salvajemente, mis manos estaban sudorosas y los golpes que tenía eran olvidados por el presentimiento que crecía cada vez más.

-La copa es un traslador- comentó Cedric sonriendo mientras se ponía en cuclillas y la miraba detenidamente

Me acerque al castaño quién me atrajo a sus brazos para apretujarme y luego darme un pequeño beso en la cabeza.

—Gracias.

—Olvídalo, Diggory— afirme, para luego mirar a mi alrededor y percatarme de Harry quien observaba el cementerio con detenimiento.

-¡Tomemos la copa!- dijo alarmado de un momento a otro

-¿Por qué?- pregunté acercándome a él deprisa y Cedric siguiéndome

-¡Tomen la copa, ahora!- ordenó gritando con histeria

Miré a Cedric extrañada, y el me devolvió la mirada.

-¡Auch!- se quejo fuertemente mi mellizo,  cubriéndose la cicatriz de su frente.

Mire entre la neblina y note que enmedio del cementerio había un caldero, y repentinamente el fuego se encendió. Alguien se acercaba lentamente, algo estaba mal, muy mal.

Antes de que Harry pudiera hacer algo, lo lanzó hacia una estatua en donde fue atrapado, estaba apunto de correr a ayudar a mi hermano, pero escuché a Pettigrew y reconocí su voz.

¡Esto no era una prueba!

Me gire a mirar a Cedric quién estaba confuso y parecía en shock.

—Corre— proferi en un susurró con la sensación más incomoda en mi vientre

El chico se quedó de pie negándose a obedecer.

-Creo que es hora de que me deshaga del intruso- dijo Pettigrew dejándose ver por lo que me alerto- ¡Avada!- comenzó a conjurar apuntando a Cedric, pero antes de poder terminar, lanze un hechizo que provocó que Cedric saliera volando de ahí, así salvando su vida.

Tome la fuerza de voluntad y valentía para levantar mi rostro con firmeza y enfrentar a ese inútil traidor, juguete de Voldemort porque eso era lo que era.

-¡¿Que haces aquí, rata asquerosa?!- pregunté gritando apuntandole con mi varita

-Veo que salvaste al chico, pudo morir de una forma rápida, pero hagámoslo bien- mencionó  acercándose a Cedric y lanzandole un crucio que hizo que se retorciera y gritara desgarradoramente de dolor hasta que quedó inconciente.

Me incliné hacia Cedric con prisa, sabía que estaba vivo aunque sus signos vitales estaban débiles, evitaría a toda costa que lo mataran así que mentí astutamente.

Mis ojos estaban ardiendo y mi mandíbula se apretaba cada vez más al ver la situación.

-¡Lo mataste!- grité fingiendo dolor para que estuviera convencido, era tan estúpido que lo creería.

Pettigrew sonrió burlonamente y se dirigió al caldero, ahí estaba la prueba de su maldita idiotez.

-EXPE...- intente desarmarlo pero fue más rápido está vez, lo subestime

-¡DIFFINDO!- lanzó haciendo que saliera volando y me golpeara fuertemente la cabeza enterrandome algo del suelo que hizo sangrar mi pierna...