CAPITULO 27:

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(Tom Riddle)

-¿Por qué iría contigo?- su tono era serio y frívolo-¿Está vez si me matarás?

El dolor de solo imaginar que ella pensará que yo le haría daño, me torturaba.

-No, amor- susurré- no te haría daño, jamás. Vamos ven...

Se acercaba lentamente con la varita en mano, hasta que la tuve a escasos centímetros de distancia

-¿Dime, por qué no me mataste aquella noche en el cementerio?- reitero su pregunta temblando

-¿Por qué crees eso?- evitaba quebrarme frente suyo una vez más

-Soy la hermana de tú peor enemigo...- hizo una pausa- y si quieres acabar con todos los Potter deberías hacerlo ya

(______ POTTER)

-No tendría por qué acabar contigo- dijo Tom, acercándose lentamente y eliminando la distancia que había entre ambos- por una simple razón.

Atónita ante sus palabras apenas y pude articular la pregunta:

—¿Cuál es esa simple razón?

Sus ojos verdes brillaron más, y entreabriendo sus labios rojizos murmuro—Te amo.

Parecía una ofensa, burla e incluso maldición, ¿precisamente el hablaba de amor?. La rabia se apoderó de mi, mis manos temblaron y en ese momento ni siquiera me pregunte porque él decía tan firmemente que me amaba.

-¡Hablas de amor como si pudieras sentirlo!- grite con la garganta ardiendo por el esfuerzo- ¡Olvidas que eres un asesino a sangre fría, mataste a inocentes incluso a mis padres!

-Lo sé- susurró extendiendo su mano para que la tomara, al parecer mis palabras no le habían siquiera afectado un poco y aquello provocó que mi ira se disipara, mis emociones estaban a flor de piel, cambiando como las estaciones e incluso de forma mas brusca.

-¿Que quieres de mi?- cuestioné rendida, mientras mi voz comenzaba a quebrarse

La luna estaba en un punto medio, mis ojos empañados por las lágrimas que amenazaban con salir en ese momento no ayudaban del todo.

-Te quiero a ti conmigo ______- afirmó mientras su tono dulce me doblegaba el corazón, el maldito corazón

Su mano seguía extendida y como un impulso más allá de mi conciencia la tomé, mis sentidos se relajaron y mi cuerpo entero tuvo la sensación de un cosquilleo relajante y satisfactorio

-¿Qué sientes, amor?— pregunto acariciando el dorso y palmar de mi mano de manera delicada

-N-no lo sé...- titubee en un susurró admirando sus ojos, que parecía atraparme en una hipnosis

-¿No lo sabes?- reiteró con el mismo tono de voz suave y dulce con el que se dirigía a mí normalmente y fue como mi mano libre que sostenía la varita se dispuso a guardar esta en la túnica y dejarnos envueltos en la oscuridad del bosque

-Eres cruel y despiadado— musite y divise la silueta de su cabeza agacharse, pero inmediatamente lo reincorpore tomandolo de la barbilla—... pero por más que lo intento no te veo así

—¿Es acaso que me puedes llamar angelical?— pregunto y escuché su risilla en un tono sarcástico, aquello me hizo sonreír suavemente

-No lo entiendo, juro que quiero matarte y hacerte pagar por tus crímenes- hice una pausa llevando mi mano de su mentón a su mejilla– pero cuando estas cerca simplemente soy débil a tu presencia

•𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐇𝐄𝐈𝐑•~ 𝑻𝑶𝑴 𝑹𝑰𝑫𝑫𝑳𝑬Where stories live. Discover now