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➝ Capítulo 12

Martes.

Martes y no sabía como sentirme. No sabía como sentirme respecto a la jauría enorme en mi estómago y a mi corazón latiendo con rapidez en mi pecho. En mi pecho, miles de sensaciones se concentraban haciéndome temblar y deshaciéndose en pequeños pedazos. Pequeños pedazos que se volvían fragmentos de cristales. De cristales como las lágrimas de desesperación y angustia. Angustia que sacudía mi alma. Mi alma triste y agotada. Agotada mi manera de no saber como sentirme. Sentirme con una pluma flotando. Flotando como una hoja en el mar. En el mar de las ilusiones.

Ilusiones que pronto terminarían acabando conmigo.

Conmigo la inquietud de querer saber como sentirme.

Sentirme como...

Ugh.

Que ridículo era todo esto.

Así como la ridiculez de que Jimin y yo habíamos estado mensajeándonos durante todo el fin de semana.

En esas conversaciones, a menudo Jimin me preguntaba sobre como me sentía o como me encontraba para después comentarme sobre como a él le estaba yendo su día en el refugio y el trabajo en la granja. Yo no recordaba en que punto de la conversación habíamos terminado hablando sobre series, películas y animes. Me sorprendió saber que Jimin, a veces, también era un fanático de los videojuegos y que aparte de hacer todas las cosas que me dijo, también le gustaba bailar.

Llevar una charla por más de tres horas seguidas en el teléfono era algo completamente inusual en mí desde hacía años porque yo solamente utilizaba mi celular para los grupos de la universidad e intercambiar algunas palabras con mi jefe de trabajo. Nada más. Y no sabía si el hecho de haber estado charlando con Jimin sobre cosas totalmente triviales estaba mal para su contrato. Quería decir, no podía saber si era normal que un hikikomori y un hermano de alquiler pudieran tener estos tipos de conversaciones más que un simple intercambio de "Hola, ¿cómo estás?"

Pero hablar sobre cosas totalmente ridículas como la última película de Thor, era lo que los hermanos hacían, ¿verdad? Entonces no había nada de malo en preguntarle a mi hermano de alquiler sobre sus pensamientos respecto al último manga de la serie que estábamos leyendo.

Y era ahí el problema y mi conflicto interior. ¿Desde cuando me interesaban los intereses y opiniones de otras personas? No de otras personas, específicamente de una persona en particular. Una persona bonita tanto física y espiritualmente, una persona de cabello dorado, ojos rasgados y oscuros, labios gruesos y rojos como la cereza... Una persona que estaba a mi lado ahora mismo con su perfume a miel bañando mis sentidos y haciéndome sentir completamente loco.

Jimin y yo habíamos terminado de construir por completo la maqueta del edificios de palitos hacía una hora atrás y ahora nos encontrábamos tumbados en el suelo sobre la alfombra mirando hacia el techo mientras escuchábamos la música de los pequeños parlantes que se encontraban en todo mi diminuto departamento. Sin hablar o decir algo, simplemente estábamos escuchando música aleatoria en Youtube y también oyendo nuestras respiraciones cansadas.

Como quedaban casi dos horas para que el horario de Jimin terminara y se marchara, él había propuesto hacer algo dinámico como construir rompecabezas hechos por nosotros mismos, continuar pintado o preparar una tarta de durazno, pero yo le dije que hoy no me encontraba de ánimos como para continuar haciendo actividades y que solamente quería estar acostado escuchando música.

Pensé que Jimin se iría luego de eso o que se mantendría lejos de mi haciendo sus cosas en su portátil como lo hacía antes de que yo le abriera la puerta y estuviera aquí conmigo, pero él simplemente se acostó a mi lado y me regaló una sonrisa que me secó la garganta en un segundo.

Eoduun • JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora