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Ayeon estaba feliz. Había pasado una semana más o menos desde el incidente del callejón y todavía no veía a Donghyuck por ningún lado, pero eso no le impedía enviarle mensajes constantemente y que él le enviara algunas notas de voz ocasionales.

Donghyuck incluso había terminado una de sus canciones, enviándole el archivo completo. Ayeon era adicta a eso. La voz de Donghyuk, simplemente era espléndida y se lo repetía constantemente.

Aunque era bastante triste que no pudiera verlo ni pasar tiempo con él, sabía que estaba haciendo un esfuerzo.

Un día, Renjun entró a clase y colocó un papel doblado en la mesa frente a ella. Cuando Ayeon lo abrió, se dio cuenta de que era una carta de Donghyuck.

Ayeon no pudo evitar sonreír mientras lo leía, y pronto estaba escribiendo una de vuelta, dibujando una pequeña caricatura de los dos en la esquina.

Ella le dio la nota a Renjun y pronto, el intercambio de estas se volvió algo cotidiano.

Ayeon también había cumplido su palabra con Minhyung. Si se quedaba hasta tarde en la universidad, le pedia a Minhyung que la llevara a casa después de que él terminara de trabajar. Pero Ayeon se sentía mal por hacer esto, así que iba a la escuela más temprano para pintar antes de la clase y llevaba todo lo que pudiera a casa para trabajar.

Ayeon pronto se dio cuenta de que Minhyung era del tipo que se preocupaba por quienes lo rodeaban. Minhyung no parecía tener muchos amigos, o ningún amigo en absoluto, lo que probablemente explicaba el porqué era tan cuidadoso con ella. Era un chico tranquilo pero definitivamente un alma amable, por lo que Ayeon pronto se encontró entablando amistad con el chico.

Ayeon estaba esperando en clase a Renjun, dibujando en su cuaderno de bocetos, cuando un chico se le acercó.

—Oye, ¿harás algo este fin de semana?— Preguntó él.

¿Ah, siquiera te conozco?

El chico no esperó una respuesta y le deslizó un pequeño trozo de papel con una dirección.

—Hay una fiesta este fin de semana en la casa de la fraternidad. Deberías ir, muchos estudiantes estarán allí. —El chico le dijo.

—Um, está bien.— Dijo Ayeon, tomando el papel y colocándolo en su bolso. Se dio cuenta de que el chico aún no se había ido cuando vio que Renjun estaba de pie junto a él, esperando a que se fuera.

Renjun tenía una mirada furiosa en su rostro, mostrando lo molesto que estaba. El chico se mordió el labio antes de pasarle el papel también a Renjun.

—No sé si quieres venir, pero los Fénix son más que bienvenidos.— El chico tartamudeó.

Renjun tomó el papel de sus manos, bajando su mirada a este.

—Pensaremos en eso.— Dijo Renjun, tomando asiento. El chico asintió y rápidamente se alejó. Ayeon hizo todo lo posible por no reír.

Renjun se dio la vuelta rápidamente e intercambió la nota de Donghyuck con la de ella antes de darse la vuelta, como si nada hubiera pasado.

Ayeon sonrió mientras tomaba la nota de Donghyuck y la colocaba en su bolsillo para leerla más tarde.

...

Donghyuck estaba sentado en su motocicleta, esperando a Jeno con el resto de los dreamies en el estacionamiento. Estaba mirando su teléfono, enviándole un mensaje a Ayeon.

Su herida aún no estaba completamente curada, pero fue lo suficientemente astuto para que Jaemin lo dejara libre de las asquerosas muletas.

Donghyuck no habia visto a Ayeon en días, aparte de las miradas ocasionales en los pasillos. Él había tratado de compensarlo llenándola de mensajes y notas de voz, lo que parecía encantarle. Incluso le había enviado su primera canción que había terminado para un proyecto escolar.

¹𝐃𝐀𝐑𝐊 𝐒𝐓𝐑𝐄𝐄𝐓𝐒 ─ 𝗹.𝗱𝗵 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora