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Donghyuck se sentía cansado mientras se sentaba en la sala de grabación con Renjun. Se estaba haciendo tarde, el sol ya se había ocultado pero a ninguno de los dos realmente le importaba. Eran la razón por la que la gente no deambulaba por las calles de noche.

-Oye Renjun, ¿trajiste tu vaporizador?-Dijo Donghyuck, pinchando a su amigo. Renjun le lanzó una mirada.

-Sí, pero no hay nicotina.- Renjun le dijo.

-No me importa, solo pásalo.- Donghyuck dijo, extendiendo su mano. Renjun suspiró antes de sacar su vaporizador del bolsillo de su chaqueta de cuero.

-Aunque no lo hagas aquí adentro, lo último que quiero es que Taeyong me regañe porque tu estúpido trasero decidió vapear en la habitación.- Advirtió Renjun.

-Está bien, lamebotas, saldré.- Dijo Donghyuck, tomando el vaporizador de Renjun y saliendo.

No es exactamente lo que necesito, pero supongo que tendrá que serlo por ahora.

Estar involucrado con la pandilla a una edad temprana terminó exponiéndolo al mundo de las drogas. Jaemin y su cerebro médicos de alguna manera se habían mantenido alejados de ello mientras Renjun simplemente vaporizaba jugo sin nicotina. Renjun estaba ayudando a Donghyuck a reducir su consumo, pero Jeno no ayudaba. Jeno era el peor de todos ellos, tomando cualquier cosa que alguien le ofreciera. Eso es lo que conlleva ser el hermano del líder de la pandilla.

Donghyuck dejó que la bocanada de humo escapara de sus labios en pequeñas o, observando cómo se evaporaban en el aire. Fue entonces cuando vio a la chica.

Ayeon.

Donghyuck vio como Ayeon se acercaba a la parada de autobús, justo al pasar los extremos del estacionamiento. También había un grupo de yonquis, un grupo de hombres vestidos de negro, de entre 20 y 30 años. Donghyuck nunca había visto a ninguno de ellos antes, lo que significa que probablemente no tenían un perfil tan alto y no eran nada en comparación con los Fénix.

Donghyuck podía oler las drogas terriblemente baratas que estaban fumando. Hizo un gesto con la mano frente a él mientras trataba de no sentir náuseas por el horrible olor. Cuando se detuvo, escuchó a los hombres llamar a Ayeon.

Idiotas, causando problemas en nuestro territorio.

Donghyuck suspiró mientras colocaba el vaporizador en su bolsillo, dando un paso adelante. Se detuvo.

¿Qué estás haciendo? ¿Tratando de salvar a una chica?

Donhyuck elimino el pensamiento.

No, solo les estoy mostrando quién manda.

Donghyuck comenzó a caminar de nuevo, su paso se aceleró ligeramente cuando vio que los hombres comenzaban a rodear a Ayeon. La pobre trató de alejarse del hombre frente a ella pero terminó golpeando a otro en el pecho.

Donghyuck vislumbró el cuchillo que el hombre frente a Ayeon tenía en el interior de su bolsillo.

¿De qué sirve un cuchillo si simplemente lo vas a guardar en tu bolsillo?

-Vamos niña bonita, diviértete con nosotros.- Dijo el hombre frente a Ayeon, haciéndola toser mientras él sonreía, mostrando sus dientes amarillos.

¿Quién dice eso en estos días? Donghyuck pensó mientras metía las manos en los bolsillos, saliendo de las sombras.

-No la toques, está marcada.- Donghyuck dijo en voz baja, mirando a los hombres a través de su flequillo. Todos se volvieron de inmediato para mirarlo.

-Fénix estúpido.- Uno de ellos murmuró mientras se giraba hacia el que estaba frente a Ayeon, probablemente su líder.

-¿Y qué si está marcada? Ahora es nuestra.- Uno lo llamó, ganándose la mirada de otro.

-Idiota, es un fénix.- Dijo el hombre, empujando a su amigo a un lado.

Esto está tardando demasiado. Donghyuck dio un paso adelante, acercándose al grupo.

-¿De verdad quieres meterte con nuestra propiedad?- Donghyuck preguntó, moviendo su cabeza para que su flequillo se apartará de sus ojos, mostrando el rasguño en su ceja. Escuchó a su líder maldecir.

-Chicos, vamos.- Dijo el líder, retrocediendo. Sus hombres lo miraron.

-¿Te estás rindiendo así de rápido?-Preguntaron sus hombres. Él asintió con la cabeza.

-Si no nos vamos, él nos marcará a todos y luego tendremos más de un fénix en nuestras espaldas. La chica está marcada, así que su vida básicamente ha terminado de todos modos.- El líder señaló con la cabeza a Donghyuck y sus hombres empujaron a Ayeon hacia él. El cuerpo de la chica golpeó con fuerza el suyo y Donghyuck contuvo el impulso de agarrar su cintura mientras ella agarraba su brazo en busca de apoyo.

-Ten, llévatela.- Dijeron los drogadictos antes de irse.

Una vez que se fueron, la comprensión pareció golpear a Ayeon cuando dio un paso atrás, mirándolo.

-Lo l-lo siento por eso.- Dijo Ayeon, inclinando la cabeza.

Donghyuck tenía mil preguntas corriendo por su cabeza mientras miraba a la chica frente a él. ¿Estás bien? ¿Te hicieron daño? ¿Por qué estabas aquí sola?

-Está bien.- Dijo con frialdad, haciendo a un lado todos sus pensamientos.

-Gracias.- Dijo Ayeon, mirándolo.

-No es nada.- Donghyuck respondió mirándola. La vio tragar saliva, claramente intimidado por su mirada. Ella rompió su contacto, cambiando su peso entre sus pies.

-Um, ¿Estoy realmente... marcada?-Ayeon preguntó en voz baja. Donghyuck hizo todo lo posible por no sonreír ante la pregunta, apretando los dientes.

-No, fue una mentira. ¿Por qué, quieres que te marque?- Donghyuck le preguntó. Ella rápidamente negó con la cabeza.

-Bueno, supongo que te lo debo ahora.- Dijo Ayeon, metiendo un mechón de cabello detrás de su oreja.

-Dime tu nombre.- Donghyuck espetó sin siquiera pensar. -Dime tu nombre y así podre llamarte por el.- Idiota, ya sabes su nombre, pero Donghyuck sabía por qué hizo la pregunta. Quería que ella lo dijera con su propia voz.

Ayeon estaba claramente desconcertada por la repentina pregunta, pero le dio una pequeña sonrisa.

-Mi nombre es Ayeon, Yoo Ayeon. ¿Cuál es tu nombre?

-Donghyuck. Lee Donghyuck.- Ayeon asintió con la cabeza cuando llegó el autobús. Ella lo miró antes de volverse hacia él.

-Bueno, gracias de nuevo, Donghyuck.- Dijo Ayeon antes de subir al autobús, los ojos de Donghyuck la siguieron todo el camino.

El conductor del autobús cerró la puerta tan pronto como Ayeon subió, claramente asustado de que Donghyuck saltara y pudiera secuestrar el autobús. Se alejó con la misma rapidez.

Supongo que debería regresar antes de que Renjun llame. Donghyuck pensó justo cuando sonó su teléfono.

-¡Idiota, te fuiste a casa sin mí?!- Renjun gritó a través del teléfono. Donghyuck hizo una mueca mientras sostenía su teléfono, esperando que Renjun terminara de regañarlo antes de contestar.

-Relájate, todavía estoy aquí. Regresaré ahora y podemos irnos.- Donghyuck dijo, colgando su teléfono. Mientras se metía las manos en los bolsillos y regresaba a la escuela, se dio cuenta de algo.

Mierda, ¿Acabo de decirle que mi nombre era Donghyuck?






¹𝐃𝐀𝐑𝐊 𝐒𝐓𝐑𝐄𝐄𝐓𝐒 ─ 𝗹.𝗱𝗵 Where stories live. Discover now