Capítulo 10: Cuarta verdad

2.1K 333 27
                                    

Frunzo el ceño, al mismo tiempo que un sonidito confundido sale de mi garganta.

—¿Cómo que la maldita esa va a volver aquí?

Denki asiente eufórico mientras se sienta en mí sillón, al lado de Eijiro que come un poco de pizza.

—¡Eso dijo! —respondió, abriendo la caja para también sacar un trozo—. Sus padres ya terminaron el contrato empresarial en Corea, y están haciendo los preparativos para volver aquí. Mina está emocionada. Dice que no puede esperar para estar de nuevo con nosotros. La verdad, la extraño mucho. 

—Todos la extrañamos —habla Eijiro, sonriendo—. Ya hace falta su presencia en el Bakusquad.

Dato inútil: Bakusquad es el nombre de este grupo estúpido, que tiene como propósito invadir mi casa, gastar mi dinero y comprar cosas para molestarme día y noche.

—Tsk —suelto un chasquido, negando—. Lo que me faltaba. La teñida vuelve.

—¡Ay, Katsubro, como si no la extrañaras! 

—¡Si, seguro estás más feliz que nosotros!

Me parece perfecto que vuelva, pero jamás lo admitiré o sería una falla a mi reputación.

Suspiro con fuerza antes de recostarme en el respaldo del sofá, cerrando mis ojos. Puedo escuchar la conversación sobre Mina que esos dos idiotas tienen y que de seguro golpearía, de no ser porque otros pensamientos invaden mi mente.

La última vez que vi a esa chica, me golpeó la cara.

No por una pelea sobre nosotros. Fue por Deku.

Y por la cara redonda.

Recuerdo a Mina completamente enfadada, plantándose delante de mi casa para llamarme a gritos. Bajé de mi habitación, para ver qué tanto escándalo estaba haciendo, y me dio el golpe. Casi ni la vi llegar, y después estaba en el suelo, procesando la información.

—¡¿Qué mierda, hija de puta?! —grité, furioso.

—¡Por ti y toda tu mierda egoísta, la mujer que amo me acaba de botar, maldito Katsuki! —gritó de vuelta.

Y  entonces rompió a llorar.

Decir que mi mente se quedó en blanco, fue poco. Jamás en mi jodida vida la había visto llorar con tanto desazón. Parecía completamente destruida.

—¡Ella sabe toda la mierda que ha pasado con Izuku! —volvió al ataque, entre lágrimas enfadadas—. ¡Me dijo que yo era una jodida egoísta por consentir que siguieras haciéndole daño! ¡Que nunca te dije que dejaras de hacerle todo eso! ¡Que soy una jodida mala amiga con Izuku por no haberle dicho antes ni nada de eso! ¡Y tiene toda la maldita razón! ¿En qué maldito mundo está bien todo esto? ¡Está mal! 

Entendí de inmediato que mis acciones habían tenido consecuencias ajenas. Lo primero que pensé, fue que Deku le había contado.

No fue así.

—¿Cómo mierda sabe eso?

Mina se sentó en el suelo, enfrente de mi, cubriendo su rostro con ambas manos para evitar que siguiera viendo llorar.

—Izuku fue con ella, llorando —sollozó—. Dijo que no quería estar en casa, porque no quería las preguntas de su madre. Estábamos juntas y él no le dijo nada más que lo abrazara y le permitiera quedarse con ella. Pero... Pero yo sabía que tú debiste haberle hecho algo. Eres el único con el poder suficiente de afectar así a ese chico. Nadie más que tú podría romperlo así.

Razón no le faltaba. Ese día le grité muchas cosas a Deku, por el solo hecho de que estaba jodidamente celoso. Él no tenía la culpa, aunque en ese momento pensé que sí. A pesar de que se fue de mi casa con una sonrisa, había llorado cuando se sintió seguro de mi. Porque pensaba que si se volvía a mostrar debil, me asquearía.

Ojalá hubiera llorado ahí mismo. Conmigo. 

Seguro no hubiera podido seguir con esa farsa de fingir odiarlo.

El hubiera y el pero son las palabras más malditas que conozco.

—Y me vi obligada a decirle —susurró, por fin abandonando el llanto. No me miraba. Tampoco había quitado las manos de su rostro—. Izuku casi me rogó que no dijera nada, pero no podía mentirle a Ochako. No cuando ella me mira con esos ojos tan sinceros. ¿Qué crees que me iba a decir? ¿Felicitarme por llegar al mismo nivel de crueldad que tú? Eso me duele. Me dolió que dijera todo eso, pero tiene razón. ¿Por qué nunca te detuve? Sabía perfectamente todo el daño que le estabas haciendo a Izuku desde la secundaria. No, desde que eran niños. Lo sabía. Y pensé... Pensé que algún día ibas a dejar de hacerlo. Porque lo golpeabas. Causabas daño físico. Un día, comenzaste a dañar su corazón, Katsuki. Es mucho más dolorosa una herida emocional que una herida física. Lo trastornaste y lo rompiste una y otra vez. Deberías romperte tú para comprender qué es lo que le haces. Para comprender su dolor. Ahora yo lo entiendo. Cuando Ochako me miró con odio, comprendí como se siente Izuku al momento en el que tú lo miras así. 

Me pareció absurdo que Mina llorara por esa chica. Ella no debería meterse en algo que no le incumbía, como lo era esa relación ácida que Deku y yo llevábamos. No le interesaba. No era de su maldita importancia. Para mi, que la perra esa terminara con Mina fue perfecto. Si no podía dejar fuera el hecho de que Mina era mi amiga solo por él, no merecía en absoluto seguir con ella.

Es casi increíble que haya pasado un año de eso.

Y como ya no pienso lo que en ese momento pensaba.

Seguro tengo que pedirle perdón a Mina por lo que pasó, a pesar de que ella nunca me dijo nada más con respecto a eso. Ni aún cuando estaba completamente destruida por separarse de Ochako. 

El solo pensar en tanta mierda que provoqué, se me revuelve el estomago.

En momentos así, realmente me pregunto si puedo cambiar. Aunque no lo quiera, termino haciendo daño. Es algo que me molesta demasiado.

Ni hablar de que la cara redonda apenas me soporta por ello y la última vez que hablé más de tres minutos con ella, terminamos liándonos a golpes y gritos, con Deku intentando separarnos. Eso fue semanas después de lo que pasó con Mina.

Ella lo dijo.

"Tú no vas a cambiar. Vas a seguir haciendole daño a Izuku. Siempre. No importa que intentes hacer. Si te alejas, él será feliz".

La tipa esa tiene razón. Probablemente será feliz.

Soy tan mezquino que no me importa.

Sí, mierda. Si puedo cambiar. Ya lo estoy haciendo, ¿no? Estoy esforzándome por hacerlo. Por no seguir dañándolo. Joder, lo prometí.

No más daño a Deku. Nada más.

No voy a alejarme de él para que sea feliz. Lo será conmigo. No voy a abandonarlo. 

Porque, con toda la verdad de mi corazón, odiaría seguir siendo ese que fui.

Y si yo puedo arreglar esto, también podré arreglar lo que provoqué con Mina. Porque no se merecía que por mi, se rompiera.

Las mentiras de Izuku (Katsudeku) Where stories live. Discover now