°-° El ruido interminable de mis pensamientos °-°

6 0 0
                                    

La vista me tiembla, siento colores oscuros en mi pecho, gotas pesadas resbalando, tonos borrosos inundan mis ojos. Desearía morir, una muerte silenciosa e instantánea, esta versión de mis múltiples vidas no me gusta; solo hay dolor, soledad. Y la depresión me hace sentir patética y eso es lo que mas odio... La falta de sueño me atormenta, hace que mis días sean eternos cuando solo quiero que el dolor pase rápido.

Después de las dos, reconcilie el sueño y desperté hasta la una de la tarde por la luz cegadora del sol y eso solo me provocó migraña. No tenía ganas de hacer nada en este miserable día, pero tampoco quería quedarme pensando. Mi mente me atormenta continuamente con pensamientos estúpidos. Distraerme era casi imposible, pero no pasa nada si lo intento.
Así que me vestí, alimenté a pepino y salí de mi vieja casa hacia el parque. De camino sentía el sol tan intenso y la brisa revolviendo mi cabello.

Llegando solté un suspiro y me senté en el pasto. Empecé a arrancar pastito y cuando volví a sentir el peso de mis pensamientos, empecé a hacer casitas con palitos de los árboles hasta que un niñito tonto llegó y pateó la casita que había construido. Su mamá solo dijo "no hagas eso, ven". Miré a la señora con enfado y ella me ignoró y se fue a sentar a una banca cerca. Yo me levanté y me fuí.

Caminaba sin rumbo, ya comenzaba a dolerme la cabeza de nuevo. Suspiré y cruce una avenida. Estube a punto de caerme al subir una banqueta y maldije en voz baja.
Estuve caminando buen rato. Entré a una calle que no conocía y terminé en un mercado bastante poblado, el ruido constante de las personas hablando, haciendo esto y aquello comenzaba a irritarme. Me alejé corriendo, empujando una que otra persona. Después de dos cuadras llegué a una calle vacía.

El silencio se quedaba en la calle, pero dentro de mi cabeza seguía el ruido interminable de mis pensamientos. Era como el mercado, pero sin salida. Seguí caminando hasta que empecé a ver borroso, el dolor de cabeza se intensificó, ahora tenía migraña. Los rayos del sol comenzaban a hacerme sudar exageradamente y un dolor en mis piernas apareció. Tenía por lo menos dos horas caminando sin rumbo. Y al regresar al presente, mirando muchas tiendas y avenidas caí en cuenta que no sabía dónde estaba.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 10 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Juliet se escribe con JDonde viven las historias. Descúbrelo ahora