»Cada ha uno de ellos ha preparado su propia evaluación para impresionarnos a nosotros, y a ustedes.

La mujer volvió a fijarse en la pantalla, como si buscara ahí alguna especie de instrucción de cómo continuar.

—Con ustedes, tenemos al primer aspirante...

La mujer siguió hablando, pero yo dejé de prestar atención cuando vi que había una chica rubia de vestido plateado con escarcha frente a nosotras.

—Anne, sé que mi hermanito te pidió que cuidaras de su... —Me miró de reojo—... espécimen. Pero ya puedes irte, te relevo de tus responsabilidades.

Lo siento, señorita Frey, pero las órdenes que he recibido...

—Ya no tienen relevancia. Mientras mi hermano no esté, yo soy su jefa. ¿Vas a desafiar una orden directa?

Anne bajó la cabeza, se le veía apretando los labios con molestia. Yo solo estaba tratando de que las dos neuronas de mi cerebro que no se quemaron en esa conversación, reaccionaran y unieran las piezas hasta aclararme el rompecabezas frente a mí.

Quería pensar que había entendido mal el inglés de Anne, y que Veronika era una perra loca.

Al fin, Anne se levantó y la rubia usurpó su asiento.

—Hola, Sina. ¿Estás cómoda?

—¿Frey? ¿Te dijo señorita Frey?

—Y también soy rusa.

Al decir eso me di cuenta del cambio en su acento... Pero no tenía sentido.

—Oye —me ladeé para encararla—. Hace muchos siglos que tengo diez mil preguntas sobre ti y Axer. Háblame claro, por favor. Antes me dijiste que no te interesaba él, y ahora resulta que están comprometidos y yo...

—¿Comprome... qué? —Ella negó con la cabeza con horror—. Frey es mi apellido de nacimiento. Axer es mi hermano, no mi prometido.

Solté tal carcajada, que las personas delante y detrás de mí me mandaron a callar, volteando a verme con reproche.

—Cuando veas lo que está a punto de pasar, ya no te parecerá tan gracioso. —aseguró ella, sacando algo de un  pequeño bolso satinado a su costado.

—¿Qué...?

—Es alcohol, bébelo.

—¿Por qué debería beber eso?

—Te hará más fácil todo.

—¿Pero todo qué? ¿De qué coño hablas?

—Sinaí.

Los largos dedos de Veronika se cerraron alrededor de mis mejillas, presionando para mantenerme quieta, callada, y con mi mirada fija en sus ojos intensos. Sus uñas perfectas me rozaban la piel en una sensación que odié disfrutar, y su rostro se aproximó hacia el mío hasta dejarme sin espacio personal, ni aliento.

—Cállate, maldita sea —espetó—. No soy tu rival, misógina de mierda. Todo lo que he buscado es acercarme a ti porque me vuelves loca, si apartaras un momento tus celos y entendieras que no hay sentimientos entre Axer y yo, más allá de los estrictos y necesarios entre familia, y a duras penas, tal vez te darías cuenta de que te estás perdiendo de una muy buena oportunidad para erizar tu piel.

—Pero yo...

Usó uno de sus dedos para callarme, posándolo sobre mis labios.

—No te estoy pidiendo nada más allá de que levantes tus murallas, que dejes de atacarme. Eso es todo.

Nerd: obsesión enfermiza [Libro 1 y 2, COMPLETOS] [Ya en físico]Where stories live. Discover now