47: Team Soto

44.6K 6.6K 8.9K
                                    

Este capítulo lo subo de improviso porque a Cecyygab2 se le ocurrió sorprenderme con una ilustración del capítulo 41 de Nerd, y esto ameritaba actualización

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Este capítulo lo subo de improviso porque a Cecyygab2 se le ocurrió sorprenderme con una ilustración del capítulo 41 de Nerd, y esto ameritaba actualización. Vayan a verla completa en Instagram 😈

Sinaí

Después de la cola para la harina Pan, Soto cargó, como todo un caballero, mis bolsas de mercado de camino hasta mi casa. Una vez llegamos, me esperó sentado en la acera de mi calle para evitar todo lo posible un encuentro con mi madre, hasta que me bañé, cepillé y cambié de ropa.

Una vez estuve lista, tomamos un taxi hasta su casa. Estábamos de acuerdo en que teníamos muchas cosas que hablar, pero era mejor transformar aquellas incómodas palabras en tiempo de recreación juntos.

Los planes eran ver una película los dos, pero cuando llegamos a su casa, María lo estaba esperando sentada a la mesa, comiéndose un plato de arroz con pollo.

Tuvimos que cambiar nuestro itinerario para no hacer sentir incómoda a nuestra amiga, y así fue como terminamos los tres encerrados en el cuarto de Soto jugando Stop.

Stop —cortó María, quien había anotado todas las respuestas a una velocidad insólita, como si su mano trabajara tan rápido como su cerebro pensaba.

—¿Tienes un cohete en el culo, María? Me quedé en «nombre» —se quejó Soto.

María rodó los ojos con obstinación.

—Deja la payasada, Soto. Desde aquí te veo el cuaderno, tienes varias escritas —alegó ella—. Voy a hacer la preguntas. Okay... ¿Nombre?

—Fabiola —contesté, y adelantándome a los hechos anoté cien puntos en el recuadro donde iba anotado el nombre.

—Borra ese cien y pon cincuenta —cortó Soto, metiendo sus tramposos dedos en la hoja donde había estado anotando las respuestas, tachando con su lápiz el cien que había escrito.

—¿Cómo que cincuenta? —espeté, lanzando una mirada acusadora en su dirección.

—Porque tenemos la misma respuesta, eso implica que en lugar de cien tenemos que poner cincuenta y cincuenta.

—Eso lo entiendo, pendejo, ¿pero cómo carajo tenemos la misma respuesta? ¿No hay otro maldito nombre por la letra F? ¡Soto, te estás copiando de mí!

—¡Claro que no! Tú te copias de mí, mi prima se llama Fabiola.

—No tienes una prima llamada Fabiola —desmintió María cruzándose de brazos.

—¡Claro que sí! Es una prima lejana.

—¿Lejana o inexistente? —inquirí.

—Ay, ya, sé buena perdedora y anota cincuenta —insistió Soto, agrandando con su lapiz la mancha de grafito que había hecho sobre mi cien.

Nerd: obsesión enfermiza [Libro 1 y 2, COMPLETOS] [Ya en físico]Where stories live. Discover now