Capitulo 46: Cambia el juego

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— El certificado de defunción de su hija, el cual me hicieron llegar efectivamente es falso. Busqué registros del mismo en el registro civil y demográfico pero no hay rastro del mismo. Tampoco se efectuó ningún acta de nacimiento de su hija. Ryan Cariddi nunca la registró.

— ¿Entonces prácticamente me está diciendo que poco o nada se puede hacer? Mi hija puede estar viva o no y joder, solo quiero saber..., necesito saber donde está ella para poder estar en paz.

El detective me entregó un documento y buscando calmarme continuo.

— He comenzado una exhaustiva investigación de todas las bebés de ocho meses que fueron dadas en adopción o terminaron en un orfanato. En el año que nació su hija y para la fecha en la que aparentemente fue declarada muerta, diez bebés fueron entregadas en orfanatos. Ninguna de esas diez bebés tienen relación con la suya pero encontré algo que quizá valdría la pena investigar.

— ¿Qué cosa?

— La mujer que está en esa foto, se llama Adíela Méndez. Es una mujer que se dedica a la prostitución además de tener adiciones a la cocaína y otros estupefacientes.

Miré la foto sin saber qué relación podía tener con todo esto. Agarré la foto y aunque no conocía a esa mujer me daba cierta desconfianza y temor. Tartamuda pregunté.

— ¿Que tiene que ver ella con esto?

— Esa mujer fue amante de su ex esposo para la temporada en la que contrajo matrimonio con usted. Aún no logro saber el porqué, pero de todas las mujeres que él tuvo, a Adíela le transfería mensualmente una cantidad considerable de dinero.

—  Quizá era con el coño que más me era infiel. Aún sigo sin entender todo esto. Esa mujer era una más de las tantas con las que me engañaba.

— Eso lo sé, pero esa mujer casualmente apareció con una bebé un mes después de que su hija "murió" años después Ryan Cariddi dejó de respaldarla financieramente y fue ahí cuando comenzó a prostituirse e ingerir drogas. Adíela abandonó a su hija en un parque y nunca se supo de su paradero hasta hace poco. La mujer murió de una sobredosis hace dos años. — Me dio otro papel donde había mucha información que no comprendía. Mientras lo ojeaba añadió. — Creo que lo que tengo que decirle es un poco difícil de dirigir.

Apreté los labios y le exigí que dijera lo que fuera pero no me dejara en ascuas. Me miró y algo temeroso por mi reacción me afirmó que esa mujer tuvo a una bebé pero ella no podía tener niños. Fue esa misma bebé la que abandonó en el parque la cual terminó en un orfanato a las afueras de Madrid adoptando nueva identidad y distinto nombre ya que nunca fue registrada asi como también se desconocía la fecha exacta de nacimiento.

— En una semana le traeré respuestas sobre quién es esa niña su majestad y puedo casi asegurarle que esa niña que abandonaron y su hija son la misma persona.

Mi mundo cambiaría totalmente. Allá fuera había una mujer que llevaba mi sangre la cual hace poco creía muerta. Me aterraba la idea de poder conocerla y que tuviera una vida hecha en donde yo no tuviera cabida. Tocaron la puerta y la doméstica avisó que Valeria estaba esperando en el vestíbulo. Su visita me incómodo pero también me extraño. Vistiéndome de paciencia bajé al vestíbulo esperando lo peor. Al bajar el último escalón y verla frente a mí tan cerca, no podía creerlo. Más que hermanas toda la vida habíamos sido rivales y creo que eso no cambiaría jamás. Me había hecho a la idea que no tenía hermana y verla frente a mí me resultaba difícil.

— ¿Qué haces aquí? Pensé haber sido clara contigo.

— ¿Podemos hablar?

— ¿Qué quieres?

La teoría del amor Where stories live. Discover now