Capitulo doce

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Jimin me apretó la mano todo el tiempo.

— ¿Ya salió? —preguntó Jimin y la enfermera al parecer negó con la cabeza.

—Ella está temblando —Jimin susurró. Estaba acostumbrado a la gente en realidad, con el hecho de no poder verlas. Fue entonces cuando lo oí, los gritos chirriantes de un bebé, silbaban por el aire.

—Oh, ahí está él. Jungkook, es hermoso —Jimin arrulló.

— ¡Aquí está tu hijo! —dijo el médico antes de mecer un poco a jungmin.

— ¿Tiene los diez dedos de manos y pies? —pregunté.

—Sí, los tiene, Jungkook.

— ¿Tiene mis ojos o los tuyos?

—No hay forma de saber su color de ojos ahora.

—No me refiero al color —Jimin se quedó en silencio.

—No hay manera de que podamos saber eso en este momento —dijo en voz baja—. Él es perfecto en todos los sentidos.

La primera vez que llegamos a ver nuestro hijo fue aproximadamente cuatro horas más tarde. Jimin era llevado en una silla de ruedas, Sally y yo los seguimos. Ellos preguntaron si podía dejar a Sally afuera de la unidad de recién nacidos y lo hice.

—Hola, Jeon jungmin —Jimin arrulló.

— ¿Está bien? —pregunté y Jimin rió.

—Se ve sano. Tiene tubos por la respiración y todo eso —suspiré.

— ¿Qué hay de sus ojos, Jimin?

—Sus ojos se ven bien —me aseguró—. Pesa tres libras, Jungkook. Él tiene el pelo oscuro por lo que puedo ver y, dios, lo tiene largo. Al igual que su papá —la enfermera se acercó, el chirrido de los zapatos más fuerte que el pitido de las máquinas, y Jimin le dio la bienvenida.

—Supongo que eres la mamá —ella dijo, su voz dulce, tranquila.

—Sí, ese soy yo —me sorprendió un poco el que Jimin estaba dispuesto a asumir ese papel.

Parecía uno de esos omegas que insistía en ser llamado papá.

— ¿Usted es el padre?

—Sí, lo es —dijo, miré hacia el ruido y ella hizo ese sonido de entendimiento.

— ¿Eres ciego entonces? —asentí.

—Bueno, um, tengo una noticia —dijo, mi corazón se hundió.

—Son sus ojos, ¿no es así?

—Nada importante, solo tiene algunos vasos sanguíneos malformados en sus ojos. Se llama retinopatía del prematuro o RDP. No estamos seguros de en qué etapa se encuentra. Lo bueno es que mejora con poco o ningún tratamiento.

— ¿Cuál es peor de los casos? —preguntó Jimin.

—Él podría potencialmente quedar
completamente ciego si no se trata. Por eso es importante que tengamos su permiso para hacer lo que necesitamos para diagnosticar en qué etapa está.

—Por supuesto —Jimin firmó los papeles, pero todo lo que oí fue que podía quedar a ciegas, como yo.  No quería que fuera como yo.

Nuestro hijo era tan pequeño que ni siquiera podía tocarlo. Fue difícil para mí volver a la habitación con Jimin sabiendo que nuestro hijo podía ser condenado a una vida como la mía.

—Yo quiero que vea sus colores, Jimin.

—Lo sé, Jungkook. Él va a estar bien. Dijeron que iba a mejorar con el tratamiento.

— ¿Qué pasa si no ayuda?

—Va a ayudar —ni siquiera pude evitarlo y empecé a llorar. Jimin simplemente me abrazó, puse mi cara en su cuello y acarició mi cabeza—. Está bien, Jungkook, es nuestro hijo. Es un luchador y sé que va a estar bien —me besó en la frente y lo susurraba una y otra vez—. Es un luchador, él va a estar bien.

—Buenas noticias, está en la etapa 2. Eso significa que no en necesario tratarlo por ahora, veremos cómo evoluciona- una enfermera nos dijo un rato después.

—Oh, gracias a Dios —susurré mientras Jimin me dio un beso en la frente—. Es normal.

—Las personas ciegas son normales también —ella dijo inmediatamente.

—Lo sé, pero yo quiero que él vea los colores que yo nunca he podido —dije y me quedé sin aliento.

—No sabía que era ciego —dijo y salió a pasos apresurados. Sus zapatos haciendo clic en el suelo.

— ¿Qué te he dicho? Él es un luchador —comentó Jimin tirando de mis labios a los suyos.

Jungmin era tan pequeño. Cuando Jimin pudo irse no lo pudimos traer con nosotros. Jin nos condujo a casa sin nuestro hijo. Jimin estaba tan triste. Habría hecho cualquier cosa para hacerlo reír.

—Vamos, Jimin. Vamos a salir a cenar —le rogué y él solo parecía encogerse más en sí mismo. Lo sentí moverse bajo la palma de mi mano que estaba en su muslo.

—No quiero ir a cenar. Quiero a mi bebé —protestó, agarré su mano.

—Lo sé. Lo sé, y me gustaría poder dártelo. Podemos visitarlo mañana —le aseguré besando sus nudillos. Él puso su mano en mi cara y la frotó hacia arriba y abajo varias veces.

— ¿Crees que nos dejarán tenerlo pronto?

—Sí, tan pronto como pueda respirar por sí mismo y lo está haciendo muy bien —le aseguré.

No fuimos a ningún lado esa noche.

Nos dejaron tenerlo cuando tenía cuatro semanas de edad. Jimin celebró por primera vez y guió mi mano para que nuestro hijo pudiera agarrar mi dedo. Casi lloré allí mismo.

—Hey, jungmin, Te amo. Soy tu papá por cierto.

—Y yo soy tu mami —Jimin susurró.

— ¿En serio? —pregunté suavemente y él suspiró.

—Siempre me ha gustado el término y no me importa. Solo significa que he tenido a nuestro niño —sonreí y me incliné hacia adelante para indicar que quería darle un beso. Él rió en mis labios.

—Te amo, Jungkook —dijo, solo le sonreí.

—Te amo tanto —le dije—. Estoy muy contento de que me puede ver. Incluso si yo no puedo hacerlo—podía sentir a jimin sonriendo, solo por la forma en que su cuerpo se movía, lo supe.

La enfermera nos dijo que sostener al bebé piel con piel sería bueno para él, así que por supuesto que lo hicimos. La primera vez que sostuve a Eren lo hicimos. Fue increíble ser capaz de sentir cada movimiento de nuestro hijo.

—Hey, Jungmin—susurré, moví el pulgar hacia arriba y abajo sobre su pequeño brazo—. Papá está aquí. Te amo y me gustaría que hubieses esperado un poco más, pero me alegro de que estés aquí —Jimin apretó mi hombro.

Él todavía estaba dolorido después de la cesárea y realmente no podía soportar estar de pie por largos períodos de tiempo.

—Jimin, debes sentarte —le dije y oí una silla siendo arrastrada.

—Oh, gracias —dijo Jimin.

—De nada —dijo una voz que supongo que era una enfermera. Le oí dejar escapar un largo suspiro cuando él se sentó.

—Te dije que debes sentarte, debes estar en esa silla, no yo. Eres su mamá —se rió y besó mi mejilla.

—Eres su papá y deberías estar aquí tanto como yo.

Te sientes como en casa. - KOOKMIN Where stories live. Discover now