Ellos dos era mejores amigos desde que usaban pañales. Los dos junto contra el mundo, y ambos tenían la esperanza de que todo siguiera así. Ellos dos hasta el final de la historia.
— ¡Cumpleaños feliz! —Todos en la reunión cantaban felices a los dos niños que miraban a todas partes confundidos y sin entender porque todos aplaudían y les cantaban.
Jungwon y Dahee habían pasado de tirar babas por toda parte. A dar los primeros pasos y primeras palabras. Los dos juntos siempre, los padres siempre intentaron juntar a ambos amigos.
La primera palabra de Jungwon fue un 'ma-ma' bastante balbuceado. A diferencia de su hermana mayor, este primero dijo "mamá" antes que "papá" como había sido la primera vez de la mayor. Jungwon estaba llorando en ese momento, su hermana le había llenado la cara de marcador mientras el dormía. Su madre llego corriendo, y afortunadamente no la regaño pues Jungwon acababa de decir su primera palabra.
Dahee por su lado dijo "papá". El hombre se había acostado con la bebé en la cuna haciéndole pequeñas cosquillas antes de la hora de la siesta. La mujer no lo creyó cuando su esposo le mando un mensaje.
En ese primer cumpleaños hicieron la típica sesión de fotos donde los bebés debían destruir el pastel. Jungwon se divirtió mucho, Dahee lloró porque Jungwon le tiro un pedazo de pastel. Todo fue captado en foto, y como era obvio, la risas no faltaron.
—Dahee no llores —la madre de Jungwon la cargó y comenzó a arrullarla en sus brazos, intentando clamar las lágrimas de la pequeña. Pero en lugar de eso, Jungwon se puso a llorar porque se sentía celoso de que alguien le hubiera quitado a su madre—. Ay Jungwon no tu también. ¿Te pones celoso cuando mamá carga a otra bebé?
Los dos niños eran un mar de lágrimas. Los adultos encontraron la situación tierna, sin embargo la hermana de Jungwon no. La niña se sintió apartada al ver que sus padres no le daban la misma atención que recibía su hermano. Así que como nadie se daba de cuenta de ella, salió y se fue a su habitación donde se encerraría y miraría a sus muñecas.
— ¿Por qué ya no me prestan atención? —La pequeña de 4 años le hablaba a sus juguetes—. Yo quiero mucho a Jungwon, es mi hermanito, pero mis papás ya no me quieren. Jungwon me está quitando a mis papás.
— ¡Min Ra! —Ella escuchó su nombre ser llamado. No sabía cuánto tiempo había pasado desde que se había puesto a jugar con sus juguetes y se había olvidado de la fiesta. Igual tampoco le importaba.
Unos golpes se escucharon en la puerta y luego se abrió. La niña miró a su madre, quien cargaba a Jungwon en brazos y el bebé se encontraba casi dormido.
— ¿Por qué te fuiste de la fiesta?
—Estaba aburrida... —su madre la miró no muy convencida de la respuesta de su hija—. Porque le dan más atención a Jungwon que a mi.
La madre la miró compasiva y se agachó para sentarse a su lado. Con una de sus manos acarició el cabello de su hija.
—Eso no es así. Sabes que Jungwon es un bebé y necesita muchos cuidados, no quieres que le pase nada ¿cierto? —Min Ra asintió y miró a su hermanito. Los grandes cachetes del bebé eran demasiado adorables, pasó uno de sus dedos por ellos y al final Jungwon le agarró su dedo—. Wonie te quiere mucho, y nosotros también.
Los grandes ojos del bebé se abrieron y él sonrió.
—Mamá Jungwon me está babeando el dedo. —Se quejó y luego vio la sonrisa en la cara de su madre y escuchó la risa de su hermano—. Yo también lo quiero mucho.
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Bueno por ahora iré explicando unas pequeñas historias entre ellos dos como chiquitos.
