Después de abrir el regalo de Sirius que era una bola de cristal en la cual estábamos él y yo bailando (parecía un retrato en 3D como si fueran personitas pequeñas dentro de la bola de cristal) y Cissy quien envió un retrato con una foto nuestra junto a un abrigo muy hermoso y muchos otros regalos; fuimos abajo a la sala común Hermione y yo ya listas para el bullicio

—Mi madre te envío esto —me dijo Ron dándome un paquete— dice que está muy emociona por conocerte y espera que sea pronto
—Que linda, es un gesto muy dulce —comente agarrando el paquete que contenía un gorro de lana parecido al de los Weasley solo que este gorro era de color rojo
—Que bonito, le dices que muchas gracias de mi parte Ron
—Claro
—¿Quien le dijo sobre Lia? —cuestionó Hermione
—Ron supongo —respondí sin interés
—Si yo le conté sobre ti pero ella ya sabía de ti
—Ginny quizás —sugirió Harry
—Seguramente —dijimos esta vez Harry, Ron y yo que estábamos más atentos en abrir los dulces que hacían que tus ojos cambien de color
—Lois —me separo Hermione susurrando— ¿Y si fue Fred?
—Uhm... no creo, seguro o quizás fue Dumbledore, le contó sobre Sirius y luego sobre mí —respondí y mi atención fue devuelta con los chicos

Bajamos a desayunar y todo fue normal, gente abriendo regalos y jugando, en la tarde estuvimos rondando por ahí hasta encontrarnos a los gemelos quienes se unieron a nuestro pequeño grupo.
Había estado de alguna forma sin hablar con Fred, tanto por las tareas como por otras distracciones y también porque no quería hablarle y no tenía tiempo.
Los chicos se unieron todos en medio de la nieve y empezaron a jugar con esta.

—¡Vamos Lia, ven a jugar! —gritó Ron mientras hacía una bola de nieve
—Ehm... estoy cansada —respondí fingiendo cansancio
—Ven Lia ¡Si esta divertido! —gritó esta vez Harry quien no había creído mi falso cansancio
—Si, ven o te lanzaré una bola de nieve —dijo sonriendo Ron quien fingía querer lanzarme la bola de nieve que había hecho, la sonrisa de Ron se quitó cuando Fred le lanzó una bola de nieve directa en la cara causando la risa de todos
—¡Lois! —gritó Hermione alejándome de ahí— no te ensucies Lois —agregó limpiando el pantalón que llevaba— deberíamos de irnos ya ¿No crees?
—¿Por q... ¿que hora es?
—Ya son las cinco
—Si... es mejor irnos solo nos quedan tres horas

Quizás tres horas podría sonar mucho pero no era así, cuando tenías prisas de arreglarte el tiempo volaba y si hacíamos todo con tiempo podíamos tener tiempo extra (yo) para descansar.

—Nos vamos ya ¡Adiós! —gritó Hermione y yo levanté la mano y me despedí
—¡Recién son las cinco aún faltan tres horas! —dijo Ron y George esta vez fue el que le lanzó una bola de nieve, también cayó en su cabeza
—¡¿Con quien vas a ir?! —grito Ron y Hermione repitió mi acto y alzó las manos como despedida

Su curiosidad lo mataba eso lo sabía muy bien pero se merecía no saberlo, se había portado como un idiota y iba a pagar como tal.

—¿Que creen que arreglarse es fácil? —preguntó Hermione indignada
—Probablamente si crean eso —respondí con sinceridad y ambas reímos

Fuimos a arreglarnos el cabello y luego a ponernos el vestido y aún con las horas a full se nos hizo unos minutos tarde.

—¡Hermione! —exclame sorprendida viéndola con emoción
—¡Lia! —exclamó ella también sorprendida
—¡Estás bellísima! —dijimos ambas

Estuvimos viendo cada detalle un rato más para que no hubiera ningún percance.

—¿Crees que ya se hayan cambiado? —preguntó Hermione con nerviosismo
—Sí, Cedric y Víctor Krum son puntuales o eso espero —respondí un poco dudosa
—¡No! Los chicos
—Quizás... recién... hace una hora

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