El poderoso, popular y dominante omega Kyan Reki, no tenía competencia tanto en la preparatoria como en las carreras clandestinas en Crazy Rock, él y su grupo eran los reyes del "S", hasta que llegará un alfa canadiense a derrumbar su reino, cambiar...
Los yakuzas comenzaron a disparar al aire, algunos provocaban mini fogatas, otros rompían ventanas.
- Estos tipos están locos - decía Reki mientras evitaba ser visto.
- Daiki debe estar en la cocina, hay una gran despensa en ella, estoy seguro que está escondido ahí - dijo Jin.
- Perfecto, vamos...
Al llegar a la cocina, fueron directamente a la despensa que Jin mencionaban y efectivamente se encontraba el anciano mayordomo escondido cubriendo su cabeza.
- Joven Jin - Daiki se sorprendió al ver al peliblanco.
Jin lo abrazó fuertemente.
- Gracias a Dios estás bien Daiki.
De pronto tres sujetos ingresaron a la cocina apuntando a Jin, Reki y Daiki.
- Te encontramos Kimura Jin.
- ¡Reki! Huye y llévate a Daiki, yo los distraigo.
Reki obedeció, tomó la mano del anciano y salió corriendo del lugar, mientras Jin peleaba con dos de los sujetos, las artes marciales practicadas en su infancia fue una de las pocas cosas buenas que le dió su padre. El otro sujeto corrió detrás del omega y del mayordomo.
Mientras tanto Reki corría con Daiki, quién apenas podía dar otro paso.
- Ese sujeto que nos sigue ¿Es beta o alfa?.
- Todos los yakuzas elegidos para el clan deben ser alfas.
- Perfecto, vaya a ese árbol, yo me encargo - Reki se detuvo y miró al sujeto, quién comenzó a avanzar lentamente hacia Reki.
- ¿En serio me harás algo? - dijo Reki en forma coqueta mientras liberaba feromonas.
Cómo era de esperarse, el sujeto sucumbió antes los encantos del omega, el cuál aprovechó la debilidad del alfa y lo pateó al igual cómo había pateado a Langa una vez.
El sujeto se revolcaba de dolor mientras Reki y Daiki salieron corriendo, de pronto vieron un par de focos de automóvil acercarse a la mansión.
- Mierda más yakuzas... Escóndase en esos matorrales - ordenó Reki, mientras el trepó el árbol más cercano.
Los dos autos se detuvieron frente a ellos y para su alivio, de los autos bajaron sus amigos y Langa.
- ¡Langa! - Reki gritó emocionado y saltó del árbol hacia el alfa.
- ¡Reki! - Langa corrió en dirección al omega y lo abrazó desesperadamente - Perdón la demora.
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- ¿Por qué hay fuego y tanto alboroto? - preguntó Joe mirándo la mansión que se encontraba a metros.
- Los yakuzas se fueron en contra Jin... ¡Oh! Es verdad... - Reki se separó de Langa - hay que salvar a las sirvientas que aún están adentro y a Jin.
