El poderoso, popular y dominante omega Kyan Reki, no tenía competencia tanto en la preparatoria como en las carreras clandestinas en Crazy Rock, él y su grupo eran los reyes del "S", hasta que llegará un alfa canadiense a derrumbar su reino, cambiar...
Esa noche Reki no fue a Crazy Rock, hasta que no se estabilizaran las feromonas, su madre le prohibió salir.
- Esto es muy aburrido... - Reki se lanzó a su cama, se empezó a acomodar para dormir cuándo sonó su celular, era Miya.
- ¡REKI! Mira la hora que es y no has llegado - Miya empezó a hablar antes que Reki dijera algo - si no vienes, iré a tu casa y te traeré arrastrando.
- Hola Miya ¿Cómo estás? Yo no muy bien, gracias por preguntar - dijo Reki con voz sarcástica - me vino un celo express y mi mami me tiene en cuarentena.
- Ah... - Miya ahora entendía todo - entonces con menor razón puedo ir... a tu casa.
- Yo creo que mañana podré ir, disculpa por no avisar - dijo Reki.
- Eso espero... Es aburrido sin ti - dijo Miya en voz baja.
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- ¿Qué dijiste? - Reki no había escuchado bien.
- Nada... Tonto - Miya dijo eso enojado y cortó la llamada.
- Ese niño está más loco que yo - dijo Reki mirándo su celular.
Mañana debía ir a clases, tendría que ver a Langa nuevamente y no quería (¿O si?).
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Reki iba caminando por los pasillos de la preparatoria escondiéndose de Langa, sólo recordar que el canadiense lo escuchó soltar ese gemido lo hacía morir de vergüenza.
- ¡Aaah por qué tenía que ser él! Langa idiota - decía Reki mientras desordenaba su cabello por la desesperación.
- ¿Por qué soy idiota? - Langa apareció por detrás y le habló al oído.
Reki tapó su oído y saltó asustando.
- ¡Aaaah! No vuelvas a asustarme así - Reki lo miraba enojado.
- Reki necesito pedirte un favor - dijo inmediatamente Langa.
- Me ayudaste el día de ayer, así qué es lo mínimo que puedo hacer... Dime ¿En qué te puedo ayudar? Preguntó Reki, se le había pasado la vergüenza de ver a Langa.
- Enséñame a patinar - le pidió Langa sin rodeos.
- ¿Ah? ¿y por qué yo? Además se supones que somos rivales, la idea es que no veas mis trucos ni yo los tuyos - le dijo Reki y comenzo a caminar hacia su salón, Langa lo seguía mientras le pedía nuevamente.
Durante las clases, de a poco Reki fue cediendo, no podía evitar emocionarse cuando se trataba del mundo del skate.
Le comenzó a mostrar videos que tenía guardados en su celular y también historias que había vivído en "S".
