Capítulo 19

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No suelo hacer estas cosas, pero creo que la canción Hold Me While You Wait de Lewis Capaldi va muy bien con este capítulo. 


Severus apagó su despertador con un ojo abierto mientras el otro se negaba a abrirse, le dolían y pesaban, no había dormido muy bien. Se obligó a incorporarse antes de volver a caer en un profundo sueño. Con los ojos pestañeando cada poco segundo por el cansancio y el sueño, anduvo hasta el cuarto de baño de la casa y lleno el lavamanos con agua fría. Una vez lleno, respiro profundo y, con los ojos cerrados, introdujo su cara sin vacilación en el agua fría. Sintió con su cuerpo se activó al instante, dejando el deseo de dormir en segundo plano. Tras salir del agua y vaciar el lavamanos, se desnudó y se dio una larga ducha de agua también fría, por si su cuerpo decidía volver a los brazos de Morfeo al sentir la calidez del agua caliente. Tras lavarse el pelo a consciencia, con los mejores productos que había creado, quito el exceso de agua con una toalla y después se lo seco con magia, para después alisarlo y por fin salir del baño rumbo a su habitación en aquella casa.

Tendió las mantas de la gran cama doble, abrió las persianas y echó las cortinas para evitar miradas curiosas, y después lo miró. El precioso traje del diseñador español Pedro del Hierro pulcramente colgado en la puerta del armario de ébano de dos puertas. Debía vestirse rápido, pero con cuidado de no arrugar el traje, tenía que ir a ayudar a su hermana con toda la parafernalia del vestido de novia que había elegido. Comenzó a vestirse con cuidado de colocar bien las piezas del traje y evitar malograr el maravilloso aspecto que le había dado a su cabello. Tras terminar de colocar el fajín negro entre la unión de la camisa blanca con los pantalones también negros, con la intención de ocultar las posibles arrugas que se podían formar en el final de la camisa. Agarró la americana y la capa nueva y salió en dirección a la habitación de su hermana.

De camino a la habitación se encontró con Violet con los tacones en la mano, ambos caminaron en la misma dirección y llegaron a la habitación de matrimonio en la que estaba su hermana vistiéndose. Una vez dentro, la escena era casi caricaturesca, Agathe estaba en ropa interior sentada tranquilamente en la cama mientras veía a su hermana y a su mejor amiga discutiendo sobre si debería usar lencería o no, y sobre el uso del mítico liguero, pero Severus no era imbécil, él era práctico y creía fervientemente en la libertad de elección. Así que se acercó a su hermana pequeña y se sentó a su lado, dejando la capa y la americana sobre una silla situada al lado de la cama.

-¿Cuánto llevan así?

-Unos 5 minutos. - Agathe lo miró suplicante. - ¿Puedes empezar a vestirme? - hizo una pequeña pausa. - Por favor.

-Claro que sí cariño, tu no quieres llevar ni lencería ni liguero ¿no? - dijo mientras se levantaba.

-No, no me gustan.

-Pues nada, venga arriba, manos a la obra que no tenemos tiempo.

Ignoró la absurda discusión y comenzó a colocarle el vestido corte sirena desde abajo con cuidado de que no lo pisase con los tacones. Cuando se disponía a comenzar a abrochar la larguísima hilera de botones situados a la espalda de la joven francesa la discusión que estaba teniendo lugar cesó y antes de que una sola de ellas pudiera decir algo Violet les lazó una mirada que hubiera matado al mismo satanás. Tras cerrar todos y cada uno de los botones con sumo cuidado Violet pasó a colocar la falda estilo princesa sobre el vestido sirena, todo ello adornado con una precioso y simple encaje con una discreta pedrería que simulaba ser el pistilo de las miles de flores que recubrían su vestido, cosido suavemente sobre una tela blanca que cubría todo su cuerpo menos sus brazos, lo cuáles eran cubiertos simplemente en los hombros con gruesos tirantes que terminaban uniéndose en el centro del vestido cerrando un hermoso corte en V que acentuaba su blanco escote.

La familia de Severus SnapeWhere stories live. Discover now