Annie siempre ha sido una amiga cercana de los famosos merodeadores, nunca había tenido ningún tipo de amorío con alguien debido a que no le había tomado tanta importancia en su momento, sin embargo, todo cambia en cuarto año después de una pequeña...
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Annie apenas pudo dormir por estar con los preparativos del cumpleaños de Sirius y es que, el día en que se reconcilió con sus amigos casualmente al siguiente iba a ser el cumpleaños de uno de ellos, claramente el de Sirius.
Y a pesar de la pelea, siempre lo tuvo presente y había estado a punto de entrar en una crisis si para ese entonces seguían enojados, pero por suerte no fue así. Es por eso que durante toda la madrugada del 03 de noviembre se encargó de tener listos los preparativos de la fiesta que habían estado planeando el resto de los Merodeadores y ella antes de que se pelearan.
Probablemente Sirius ya tenía una idea de que iba a tener una fiesta sorpresa porque no era un misterio para nadie de que al chico le encantaba celebrar su cumpleaños y si no le hacían una fiesta, era muy probable de que él mismo se hiciera su propia fiesta para disfrutar su momento.
Annie no era la única que había trasnochado, también lo habían hecho James y Remus ayudándola con todo lo que se necesitase. Por suerte él día del cumpleaños caía en domingo, así que no tendrían ninguna clase e incluso podrían descansar unos momentos antes de la celebración que se haría en la noche.
Incluso habían tenido algunos percances cuando Annie quiso regresar a su sala común, era demasiado tarde y corría el riesgo de que Filch o su gata la encontraran, al igual que estaba excesivamente cansada y era probable de que se quedara dormida en algún pasillo (algo muy común de Annie, si me permiten decir). Así que decidieron no arriesgarse y la chica se quedó a dormir en la habitación de los chicos.
Tampoco era algo horrible, ya había tenido un montón de pijamadas con ellos y era relativamente normal que se quedase una noche en su habitación. Pero las cosas en esos momentos eran diferentes por una simple y sencilla razón: a Annie le gustaba Remus.
James, por querer ser el Cupido de la relación de sus amigos, puso un montón de excusas (falsas) para que Annie no durmiese con él, por lo que no quedó de otra más que ella durmiera al lado de Remus. Así que luego de un montón de amenazas entre dientes hacia James, Annie se acostó junto al chico de cicatrices e intentó dormir a pesar de que su corazón latiese al millón.
Y ahí lo tenían, a una Annie perezosa y muy cansada, aferrada al cuerpo de Remus, intentando ser despertada a altas horas de la mañana por James, Remus y Peter para poder ir por pastel y regalos y así, despertar a Sirius cantándole el Feliz Cumpleaños.
— Cinco minutos más.
— Annie, levántate ya — susurró demandante James.
— Mmmmm nop — se aferró más al torso de Remus, que intentaba no soltar una carcajada.
