Sabor Vainilla.✓

46.-Creando momentos.

Patrick.

Siempre pensé que lo más anhelado en mi vida era tener a mi familia bien, los besos de Lía Cooper y el cumplimiento de mis sueños.

Pero ahora que ella por fin me ha confesado lo que siente por mi creo que esto también va para mi lista.

Apenas dijo esas palabras hace un momento mi corazón empezó a latir como nunca lo había hecho. Mis labios están sobre los suyos llevando un ritmo lento pero fascinante. Como siempre cuando la beso en mi nuca empieza a crecer un cosquilleo que extrañada.

¿Y para que mentir? También la extrañé horrores y juro que si me pide que la espere cien años más lo haría. Siempre me tendrá a su merced.

El timbre de la primera hora hace que vuelva a la realidad. Lía se separa un poco de mi pero no lo suficiente, aún puedo abrazarla.

—Creo que deberíamos de ir a clases. —le digo. Mi voz sale muy ronca, y es que el beso ya estaba empezando afectarme.

Ella sonríe y me da un pequeño beso en los labios.

—Sí, eso creo.

—Todos los estudiantes de último año por favor dirigirse hasta el auditorio. —habla la secretaria de la directora por los alta voces. —Todos los estudiantes de último año por favor dirigirse hasta el auditorio. —repite.

Lía y yo nos miramos con las cejas arrugadas para acto seguido salir de la biblioteca y caminar hasta el auditorio tomados de las manos. En el camino nos conseguimos con algunos compañeros y como siempre paso sonriéndole y saludado a quien conozco. Voy casi en las nubes, todo está saliendo como nunca.

—¿Dónde te metiste? —Liam le pregunta a su hermana quien está a mi lado antes de entrar al auditorio. —Escuché de tu casi pelea con Anaí.

Lía lo mira y luego a mí para ensanchar su sonrisa.

—Patrick evitó que le partiera la nariz a la estúpida esa.

—Menos mal—esta vez Liam me mira.

Esta última semana nuestra relación está un poco mejor, Liam es mi mejor amigo de toda la vida, y aunque sé que cometí un error y que fue con su hermana quien es su adoración, creo que nuestra amistad aún no se ha quebrantado, ya no vuelvo hacer algo similar, ya estoy consciente de todas las consecuencias que trae. Todo este mal rato, aunque sea me enseñó algo.

—Buenos días por la mañana. —esta vez llegan a nosotros Michael, Nina y Link. —Hoy es un hermoso día para ser felices. —habla el rubio.

Nina y Lía resoplan mientras colocan sus ojos en blanco.

No sé si alguna vez estas chicas se han preguntado la razón por la cual son amigas, pero todos sabemos que es por esta, son tan iguales y diferentes a la vez que se completan la una a la otra. Mientras que Michael es esa luz en medio de ellas.

—No empieces, por favor. —habla Lía.

Observo como Link nos mira en silencio y luego mira nuestras manos entrelazadas, después de lo de hoy ya no me siento inseguro, no me molesta su presencia, aunque sé que Lía le gusta mucho, me siento tranquilo.

—¿De qué hay reunión? —esta vez pregunta Charlie quien llega a mi otro lado y pasa su brazo por encima de mis hombros.

Lía me mira entes de darme un pequeño beso en la mejilla para entrar al auditorio con sus amigos.

Michael va en medio de las chicas con sus brazos alrededor de ellas, mientras que Link va a un lado de Nina con las manos dentro de los bolsillos. Michael dice algo que hace los cuatro suelten una carcajada. Lía se ve tan hermosa sonriendo.